Tristes por la derrota en la semifinal ante Australia, pero satisfechos por no tener reproche alguno, el director técnico de Los Pumas, Daniel Hourcade, y el capitán del equipo, Agustín Creevy, resaltaron el buen partido del equipo y adelantaron que el grupo dejará todo el próximo viernes para adjudicarse la medalla de bronce en el match frente a Sudáfrica.

“Tengo un orgullo gigante. Dejamos todo hasta el final fue un orgullo. Tengo el corazón lleno. Australia es un gran equipo. Lo sabíamos. Nos ganaron. Nos ganaron bien, pero el orgullo que tengo por estos jugadores no me los saca nadie”, destacó Hourcade, en sus primeras palabras ante la prensa.

Según el entrenador, la falla del equipo fue “no poder concretar las oportunidades” que tuvo a su favor. “Si conseguíamos algún try en el final del primer tiempo o después, quizá podríamos haberlo logrado”, deslizó.

“Más allá de la derrota, el rugby argentino tiene un futuro garantizado con estos chicos. Esto aún no terminó porque vamos a salir ante Sudáfrica a tratar de ganar el partido. Será otro partido dificilísimo”, añadió.

Por su parte, Creevy consideró que el equipo jugó fuerte y un muy buen partido, pese a algunos errores cometidos.

“Jugamos bien fuerte. Creo que se jugó un buen partido. Estoy muy orgulloso. Estoy dolido porque sentía que este equipo podía salir campeón del mundo. Pero en este torneo no se pudo. Ya vendrán otros mejores”, aventuró.

Según el capitán de Los Pumas, “el equipo atacó hasta el último minuto, pero algunos errores marcaron la diferencia”. “Los errores marcan diferencias, y en una semifinal del mundo se pagan caro. Hoy pasó eso”, añadió.

“Lo importante es que se volvió a dejar la vida. Ahora tenemos otra final el próximo viernes ante Sudáfrica. Ese es nuestro nuevo objetivo, llevarnos la medalla. Ahora vamos por eso”, completó.