

LEICESTER (De un enviado especial) Otra vez el grito sagrado quedó estampado en la piel de los Pumas, que gozaron del aliento de Diego Maradona –voló desde Dubai para ver al equipo- y pudieron regalarle una alegría al ex astro del fútbol mundial. Además de ir al palco con Agustín Pichot y Bernard Lapassete -presidente de World Rugby-, el ex capitán de la selección de fútbol bajó al vestuario y pasó un buen rato con el plantel.

En la estupenda tarde de Leicester lidiaron con el áspero equipo tongano, reconocido por el rigor físico y un rugby dinámico y, aún así, con problemas defensivos que hasta aquí no había padecido, el equipo de Daniel Hourcade afloró con todo su juego en la segunda parte y terminó ganando con punto bonus –anotó cinco tries-, rotó toda la primera línea y ya piensa en preservar varios titulares el próximo domingo, cuando enfrente en esta misma ciudad a Namibia, en el cierre del grupo C.
La temprana eliminación de Inglaterra en su propia Copa del Mundo sacudió los cimientos de esta isla británica, que desde ahora seguirá la RWC como mero y excelente organizador. El rugby será ahora de los 8 privilegiados que jueguen los cuartos de final, lugar que quedó asegurado en un 99% para la Argentina. El conjunto de Hourcade tiene bases sólidas para soñar: un pack que es el mejor del planeta y una línea de backs que tiene recambio y austucia. Con una semana de anticipación, los Pumas ya preparan el partido de Cardiff.













