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La enfermedad de Párkinson es una de las más difíciles de llevar en la vida cotidiana, dada la dificultad para la vida diaria que traen consigo sus característicos temblores.
Estos trastornos motoresson los que primero se detectan en el 50% de los casos de las personas que lo padecen, sin embargo, lo que suelen pasar desapercibidas a la hora de un diagnóstico son las causas que pueden desatar esta patología.
En este sentido, se descubrió que un factor en particular puede ser altamente perjudicial, resultando un elemento de riesgoinesperado para la enfermedad.
Un nuevo hallazgo sobre las causales del Párkinson genera enorme preocupación
Según un reciente estudio liderado por científicos del Instituto Neurológico Barrow en Phoenix, la cercanía a instalaciones de golfpodría considerarse altamente peligrosa, dado a que implica un mayor riesgo a contraer esta condición.

Gracias a la investigación, se descubrió un patrón alarmante: las personas que viven a una distancia de 1-2 millas (1,6-3,2 km) de un campo de golf presentan casi el triple de chances (198%) de desarrollar Parkinson, en comparación con quienes residen a más de seis millas.
Curiosamente, el mayor peligro no se encuentra en la proximidad inmediata del campo, sino en esta zona intermedia,donde aspectoscomoel suministro de agua potable y las condiciones geológicas podrían influir de forma clave en la exposición a sustancias tóxicas.
¿A qué se debe esto?
Bajo este contexto, la teoría más fuerte respecto a qué podría ser la causal de esto recae en los pesticidas utilizados en estos campos.
La investigación mostró que las personas que obtienen agua de sistemas municipales que abarcan campos de golf tienen casi el doble de riesgo de desarrollar la enfermedad.
Químicos como los organofosforados y el clorpirifos, ligados antes a daños neurológicos, podrían filtrarse a los acuíferos, sobre todo en áreas con "aguas subterráneas vulnerables", donde el suelo es poroso o la geología permite un fácil paso del agua.
El riesgo aún no estaría comprobado
El estudio no examinó de forma directa la posible contaminaciónde las aguas subterráneas ni tomó en cuenta otras fuentes comunes de contaminación en zonas urbanas.

Tampoco consideró que el Párkinson puede empezar a desarrollarse hasta 10 o 15 años antes de ser diagnosticado, lo que dificulta vincular de manera directa la enfermedad con vivir cerca de un campo de golf.
Aunque el estudio sugiere una posible relación entre residir cerca de campos de golf y un mayor riesgo de desarrollar esta condición, las limitaciones metodológicas, como no haber analizado directamente la calidad del agua ni considerado el largo periodo de desarrollo de la enfermedad, impiden establecer unaconexión causal firme.
Estos hallazgos abren la puerta a nuevas investigaciones, pero aún no son concluyentes.















