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Dentro de todas las actividades beneficiosas para la salud, como el ejercicio y la buena alimentación, una de las que más está relevancia de acuerdo a las últimas investigaciones es el efecto que tienen los parques y bosques en el fomento de la salud mental de los niños en edad preescolar.

De acuerdo a una serie de estudios científicos, la exposición a entornos naturales, como áreas verdes y forestales, puede marcar una diferencia significativa en el bienestar psicológico de los niños.

El estudio científico que muestra el poder curativo de los árboles

El estudio muestra una relación entre el acceso a los espacios verdes y una mejora en la salud. Los datos apuntan a que mientras más espacio verde haya a menos de tres cuartos de milla de la casa de un niño, menos síntomas de ansiedad y depresión tendrán entre los 2 y los 5 años de edad.

"Nuestra investigación respalda las evidencias existentes de que estar en la naturaleza es bueno para los niños", dijo la científica Nissa Towe-Goodman, del Instituto de Desarrollo Infantil Frank Porter Graham de la Universidad de Carolina del Norte.

El estudio toma relevancia en un mundo dominado por la tecnología y el estrés urbano. La conexión con la naturaleza desde temprana edad es crucial. Se sugiere que el contacto con la flora y fauna puede actuar como un antídoto poderoso contra la ansiedad, la depresión y el estrés infantil.

Los científicos investigaron datos de más de 2,100 niños y compararon los síntomas de depresión y ansiedad de los niños con los datos satelitales sobre el espacio verde ubicado cerca de sus casas. Sin embargo, los datos apuntan a que este efecto disminuye cuando los niños ingresan al colegio.