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El mercado mexicano de los smartphones acelera con un público creciente en la rama de teléfonos inteligentes de gama alta.

El smartphone aceleró su importancia en el mercado a partir de la pandemia, pues pasó de ser solo un medio de comunicación, a ser el centro de la vida conectada.

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Antes de la pandemia, en 2019, dos de cada tres teléfonos eran de gama baja; sin embargo, a partir del confinamiento, implementado en 2020-2021, los mexicanos comenzaron a invertir más dinero en sus equipos, dijo Ernesto Piedras, director de la consultora The Competitive Intelligence Unit (The CIU).

Los teléfonos de gama baja, que implican equipos inteligentes con un precio menor a MXN $3,000 han perdido terreno y este año, por primera vez en la historia, su presencia en el mercado fue menor a los teléfonos de gama alta, que son aquellos con un valor mayor a MXN $10,000.

Al cierre del tercer trimestre de este año, la gama alta y premium representó 17% del mercado mexicano, que cuenta con más de 158 millones de líneas. Mientras tanto, los de gama baja se ubicaron en apenas 15% del total de los equipos existentes en el país.

“La pandemia generó un empujón tecnológico, antes de la pandemia, México tenía un mercado ‘chatarra’, pero hoy hay gente de un nivel socioeconómico medio-bajo y bajo con unos equipazos, pero es porque trabajamos, estudiamos, hacemos e-commerce y m-commerce, ligados a estos equipos”, dijo Piedras.

Gastan más, pero los tienen más tiempo

Para Alberto Piedras, analista de Investigación de Mercados en la consultora, la importancia de un equipo móvil explica por qué los usuarios hacen un esfuerzo económico significativo mayor para contar con las herramientas tecnológicas que necesitan.

Los usuarios mexicanos, aseguran los especialistas, se han vuelto consumidores muy informados, que buscan características específicas, como un mejor procesador, buenas cámaras y la relación calidad-precio.

En este sentido, los teléfonos provenientes de China, en marcas como Honor, Oppo y Vivo, ofrecen una calidad similar o mejor a las marcas de renombre, como Samsung o Apple, pero con un precio menor, aseguró Alberto Piedras.

Además, el tiempo de sustitución, es decir, la frecuencia con la que los mexicanos cambian sus teléfonos se ha ampliado en los últimos cinco años.

Antes de la pandemia, el promedio de tiempo de reemplazo era de 24 meses, es decir, de dos años, mientras que este año se ubica en prácticamente 27 meses.

Cambio de hábitos

En general, el cambio en la vida a partir de la pandemia no sufrió modificaciones, desde el punto de vista de The CIU.

En vez de ir al cine, los mexicanos optaron por las plataformas de streaming, y no las cancelaron, también incrementaron la capacidad de la banda ancha y no regresaron a consumir menos megas una vez que se desactivó el confinamiento.

Este fenómeno de sustitución de gasto se ha mantenido hasta la actualidad, explicó Alberto Piedras.