

La alarma del SAT se centra en los depósitos en efectivo que superan un monto específico y que se realizan de manera habitual entre cuentas de la misma persona. La razón es porque el fisco podría interpretar estas transacciones como un aumento no declarado de ingresos, lo que podría desencadenar una auditoría.
Según la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR)y la Miscelánea Fiscal, los bancos están obligados a reportar al SAT cualquier depósito en efectivo que supere los $15,000 pesos mensuales. Aunque realizar estos depósitos no es ilegal, la notificación al organismo sí abre la puerta a una revisión de tu situación fiscal, a menos que puedas demostrar el origen del dinero.
¿Cómo evitar multas del SAT por depósitos?
Para no generar alertas y evitar problemas con el fisco, la clave es la transparencia y la documentación. Si se necesita realizar depósitos en efectivo desde las propias cuentas, se debe asegurar de tener a la mano la siguiente información:
Estados de cuenta bancarios que muestren los movimientos.
Comprobantes de transferencias o cheques.
Documentos que acrediten el origen de los fondos, como facturas, recibos de nómina o contratos.
Papeles de trabajo que expliquen la operación y su contexto fiscal.

Estos documentos permitirán luego demostrar que las transacciones son lícitas, que el dinero ya ha sido declarado, si aplica, y que no representan un aumento en los ingresos que deba ser gravado nuevamente.
En resumen, la advertencia del SAT no busca prohibir los movimientos entre tus cuentas, sino garantizar que los contribuyentes cumplan con sus obligaciones fiscales. La mejor manera de evitar multas es ser precavido, mantener un registro detallado de tus transacciones y, en caso de duda, consultar a un experto fiscal.













