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La Santa Sede ha publicado este sábado 10 de agosto del 2024 en su web oficial los capítulos de la Sagrada Escritura con la palabra de la máxima autoridad de la Iglesia católica, el papa Francisco.
El santo pontífice Jorge Mario Bergoglio realiza dicha lectura bíblica de forma diaria para que también sea compartida en las misas que se llevan a cabo durante toda la semana.

La lectura de la Biblia de este sábado 10 de agosto
Si bien la Sagrada Escritura cuenta con miles de años, la palabra de Dios siempre tiene un mensaje de aliento que sirve como guía para la vida diaria. Por ello, es necesario tener presente los siguientes versículos de Segunda Corintios:
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios
2 Co 9, 6-10
Hermanos: Recuerden que el que poco siembra, cosecha poco y el que mucho siembra cosecha mucho. Cada cual dé lo que su corazón le diga y no de mala gana ni por compromiso, pues Dios ama al que da con alegría. Y poderoso es Dios para colmarlos de toda clase de favores, a fin de que, teniendo siempre todo lo necesario, puedan participar generosamente en toda obra buena. Como dice la Escritura: Repartió a manos llenas a los pobres; su justicia permanece eternamente.
Dios, que proporciona la semilla al sembrador y le da pan para comer, les proporcionará a ustedes una cosecha abundante y multiplicará los frutos de su justicia.

Los versículos de la Biblia para este sábado 10 de agosto
Lectura del santo evangelio según san Juan
Jn 12, 24-26
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Yo les aseguro que si el grano de trigo sembrado en la tierra no muere, queda infecundo; pero si muere, producirá mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde; el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se asegura para la vida eterna.
El que quiera servirme que me siga, para que donde yo esté, también esté mi servidor. El que me sirve será honrado por mi Padre’’.

La palabra del papa Francisco para el sábado 10 de agosto
El papa Francisco interpreta que Jesús trajo una nueva esperanza al mundo al hacerse pequeño como una semilla y dejar su gloria celestial para venir entre nosotros. Para dar fruto, Jesús vivió el amor hasta el extremo, dejándose romper por la muerte como una semilla bajo tierra. Es en este punto extremo de su abajamiento donde germina la esperanza, que nace de la cruz y dura hasta la vida eterna.
El papa destaca que la esperanza germina por la fuerza del amor, ya que el amor todo lo espera y todo lo soporta. En la Pascua, Jesús transforma nuestro pecado en perdón, nuestra muerte en resurrección y nuestro miedo en confianza. Es en la cruz donde nace y renace siempre nuestra esperanza y con Jesús, toda oscuridad puede ser transformada en luz, toda derrota en victoria y toda desilusión en esperanza.
El papa Francisco enfatiza que la esperanza supera todo, ya que nace del amor de Jesús que se hizo como el grano de trigo en la tierra y murió para dar vida. Al elegir la esperanza de Jesús, descubrimos que la forma de vivir vencedora es la del amor humilde, como la semilla.












