

El papa Francisco, durante la audiencia general del 16 de octubre en la Plaza de San Pedro, desveló una enseñanza clave sobre la vida eterna y la acción del Espíritu Santo en la Iglesia católica.
"El Espíritu Santo es 'vivificador', es decir, da vida", afirmó el sumo pontífice en sus palabras, destacando que la vida que otorga el Espíritu Santo no se limita al presente, sino que se extiende más allá de la muerte.

Con esta revelación, el Papa ha invitado a los creyentes a abandonar el temor al fin de la existencia y a cultivar una fe sólida en la resurrección.
El Espíritu Santo es la fuente de vida eterna
En su catequesis, el sumo pontífice explicó que la vida que nos da el Espíritu Santo es, en esencia, la vida eterna.
El sumo pontífice y líder de la Iglesia católica subrayó que la fe nos permite liberarnos del miedo de que "todo termina aquí" y nos ofrece una esperanza más allá del sufrimiento y las injusticias que reinan en la tierra.
Citando al Apóstol San Pablo, recordó que "la ley del Espíritu, que da vida en Cristo Jesús", nos ha liberado "de la ley del pecado y de la muerte". Así, el papa Francisco aclaró que el Espíritu Santo es quien transforma nuestra existencia y nos abre las puertas de la vida eterna, asegurando que la fe es el antídoto contra el horror de la muerte.

El Espíritu Santo y la divinidad de Cristo
El Papa no solo se refirió a la vida eterna, sino también a la profunda conexión entre el Espíritu Santo y la divinidad de Cristo.
Describió cómo, desde la creación, el soplo de Dios otorgó vida a Adán, convirtiéndolo en "un ser viviente". Ahora, en la nueva creación, es el Espíritu Santo quien da vida a los creyentes en Cristo, proporcionándoles una vida sobrenatural como hijos de Dios.
"El Espíritu habita en nosotros, está dentro de nosotros", explicó Francisco, enfatizando que es a través del Espíritu que los seres humanos alcanzan la redención y la inmortalidad.
Fe en la resurrección: el camino hacia la eternidad
El Papa Francisco también destacó la importancia de mantener viva la fe en la resurrección.
El líder católico aseguró que aquellos que resucitaron a Cristo de entre los muertos también darán vida a nuestros "cuerpos mortales" mediante el Espíritu Santo que habita en nosotros.
Según Francisco, cuando decimos "Creo en el Espíritu Santo", proclamamos la convicción de que el Espíritu Santo no solo está presente en nuestras vidas, sino que también es "Señor y da la vida".

En sus palabras finales, el Papa reiteró que el Espíritu Santo comparte el "Señorío" de Dios, es decir, pertenece al ámbito del Creador y no al de las criaturas. Para resaltar la unidad entre las distintas ramas del cristianismo, recordó las diferencias históricas entre Oriente y Occidente, pero señaló que estas han perdido su dureza con el tiempo, convirtiéndose en "diferencias reconciliadas".
Con esta enseñanza, Francisco invitó a los cristianos a caminar juntos en la fe y en el amor, dejando atrás divisiones pasadas para abrazar una vida eterna en unidad.
Según Vatican News, el papa Francisco finalizó su catequesis con una afirmación clara: "La fe nos libera del horror de tener que admitir que todo termina aquí", recordándonos que la vida eterna es el don definitivo que nos ofrece el Espíritu Santo.














