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Desde su asunción como santo pontífice, el papa León XIVha generado gran controversia con ciertas declaraciones que han tomado por sorpresa al mundo entero.
En este sentido, el Santo Padre ha marcado distancia de Francisco Bergoglio, con un duro mensaje sobre la familia durante la Misa del Jubileo de la Santa Sede, en la Basílica de San Pedro.
León XIV llevó a cabo una sentida ceremonia
Este lunes, el Pontífice llevó a cabo la santa misa en la memoria de María Madre de la Iglesia, invitando a los miembros de la Curia Romana a redescubrir la santidad como clave para su servicio.
Allí, habló sobre la fecundidad y marcó la importancia de cada uno cumpla "la tarea que se le ha confiado".
Durante la ceremonia, reflexionó acerca de dos imágenes bíblicas que iluminan la esencia de la Santa Sede y la Iglesia entera, siendo la más conmovedora la que presenta a María al pie de la Cruz, testigo fiel y madre confiada por Jesús al discípulo amado.

"La maternidad de María, a través del misterio de la cruz, dio un salto impensable", explicó el Pontífice. "La Madre de Jesús se convirtió en la nueva Eva, unida a la muerte redentora del Hijo y, así, fuente de vida nueva para todos los hombres", expresó León XIV.
El pontífice se distancia de Francisco con un inesperado mensaje
Posteriormente, el Santo Padre causó asombro entre los presentes, al tomar distancia de Francisco Bergoglio con un duro mensaje sobre la familia.
De este modo, el papa subrayó que toda fecundidad eclesial nace precisamente de este misterio de la Cruz: "Toda la fecundidad de la Iglesia y de la Santa Sede depende de la cruz de Cristo. De lo contrario, es apariencia, si no algo peor".

Luego, al citar la oración colecta de la celebración, recordó que la Iglesia está llamada a ser "cada día más fecunda en el Espíritu" y a "alegrarse por la santidad de sus hijos".
Así, el pontífice destacó que la fecundidad de la Iglesia se manifiesta en la vida concreta de cada creyente, según reportó Vatican News.
"Un sacerdote que carga con una cruz pesada en su ministerio y que cada día realiza su labor con amor y fe, participa y contribuye a la fecundidad de la Iglesia. Y lo mismo ocurre con un padre o una madre de familia que, en medio de las dificultades cotidianas, vive su vocación con entrega y esperanza", señaló.
La segunda imagen bíblica que presentó
El segundo ícono presentado por León XIV fue el de María en el Cenáculo, acompañando a los Apóstoles en oración después de la Ascensión del Señor.
Según explicó, allí María ejerce su maternidad espiritual como memoria viva de Jesús y como centro de comunión y unidad.
"La Santa Sede vive de manera muy particular la coexistencia de ambos polos: el mariano y el petrino. Y es el polo mariano el que asegura la fecundidad y la santidad de este último", añadió en este sentido.















