

Era un secreto a voces en los pasillos del Vaticano, pero nunca se dijo en voz alta. Benedicto XVI, conocido por su agudeza teológica y su férrea defensa de la fe, guardaba un refugio íntimo lejos de protocolos y multitudes.
Quienes conocieron de cerca al ya fallecido Benedicto XIV aseguran que ese lugar de paz no estaba en las bibliotecas vaticanas ni en la solemnidad de la Capilla Sixtina. Estaba en un rincón más sencillo, donde sus interlocutores tenían bigotes y ronroneaban.
Desde sus días en Baviera hasta su retiro en el Monasterio Mater Ecclesiae, el Papa emérito encontraba serenidad en la compañía de los gatos. "Nunca pasaba junto a un gato sin acariciarlo", relató Jeanne Perego, autora de su biografía infantil, según indicó Catholic News Agency, CNA.

Vaticatos: los guardianes silenciosos de su descanso
En su etapa como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Ratzinger alimentaba a los "Vaticatos" que vivían en los jardines. El cardenal Tarcisio Bertone reveló que incluso les hablaba en dialecto bávaro mientras les llevaba comida.
Durante su retiro, dos gatos en particular, Contessina y Zorro, se convirtieron en visitantes frecuentes. "Vienen a menudo a saludar al Papa emérito", dijo Georg Gänswein. Una imagen sosteniendo a Zorro dio la vuelta al mundo, mostrando su lado más humano.
Así es como se conodió que el papa Benedicto XVI encontraba paz en los rincones del Vaticano junto a sus gatos, no era la Biblia ni en Dios, eran en estos pequeños felinos, hijos de Dios, donde el Santo Padre también era feliz y encontraba tranquilidad.

Chico, Pushkin y otros compañeros felinos
En Baviera, Chico, un gato "naranjoso" de gran personalidad, inspiró un libro infantil que narra la vida de Ratzinger desde la voz del propio gato. "Era su gato", recordaba Perego, aunque pertenecía a sus vecinos de Pentling.
En 2010, en el Reino Unido, conoció a Pushkin, un gato negro y esponjoso que lució los colores papales para saludarlo. El Papa no pudo evitar acariciarlo y preguntar por su edad y nombre, como si se reencontrara con un viejo amigo.
Quién fue Benedicto XIV, el Papa que amó a los gatos
Benedicto XVI, nacido Joseph Aloisius Ratzinger el 16 de abril de 1927 en Baviera, Alemania, fue el 265.º Papa de la Iglesia Católica, cargo que ocupó desde 2005 hasta su renuncia en 2013, la primera de un pontífice en casi 600 años.

"Entre escritos profundos y discursos teológicos, Benedicto XVI encontraba descanso en la presencia silenciosa de sus gatos. Para él, los animales eran expresión de la belleza y sabiduría del Creador y no era raro verlo rodeado de gatos", publicado en X por la cuenta Desde la Fe México.
Reconocido teólogo y filósofo, antes de su pontificado fue prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Durante su papado, abordó temas de fe, moral y diálogo interreligioso. Tras su retiro, vivió en el Monasterio Mater Ecclesiae, en el Vaticano. Falleció el 31 de diciembre de 2022, a los 95 años.















