

Las tensiones entre México y Estados Unidos alcanzaron un nuevo punto crítico tras difundirse reportes que apuntan a una posible operación militar estadounidense en territorio mexicano.
Según medios internacionales, Washington estaría evaluando el envío de tropas para combatir al narcotráfico, una decisión que desató fuertes reacciones en el gobierno mexicano.
Ante este escenario, la presidenta Claudia Sheinbaum respondió con firmeza, advirtiendo que ninguna fuerza extranjera intervendrá en suelo nacional. El posible plan militar revive el fantasma de las viejas políticas de injerencia norteamericana, y abre un nuevo frente de conflicto diplomático entre ambos países.

EE. UU. planea una nueva operación militar en México
Según el medio TeleSUR, la administración estadounidense estaría evaluando una misión especial para combatir la producción de fentanilo y desarticular laboratorios en estados fronterizos. El objetivo sería ejecutar ataques puntuales bajo la justificación del combate al narcotráfico.
Aunque la operación aún no es oficial, la sola posibilidad ha encendido las alarmas en México, donde funcionarios y expertos la interpretan como un intento de repetir estrategias de intervención similares a las aplicadas en Venezuela.
De concretarse, marcaría un giro drástico en la cooperación de seguridad entre ambos países, al pasar de la inteligencia compartida a la acción militar directa. Este tipo de operativos reviven viejos temores de injerencia estadounidense en América Latina.
México rechaza cualquier intervención militar extranjera
Ante el mencionado escenario, la respuesta de la presidenta Sheinbaum fue tajante: México no permitirá tropas extranjeras dentro de su territorio. “Nuestra política exterior se basa en la no intervención y el respeto a la soberanía nacional”, afirmó en conferencia.
El Congreso mexicano también se pronunció, advirtiendo que una acción militar violaría la Constitución y deterioraría décadas de cooperación bilateral. Legisladores de distintos partidos coincidieron en que la lucha contra el narcotráfico debe centrarse en políticas sociales y cooperación técnica, no en despliegues armados.
Además, la cancillería mexicana advirtió que una incursión militar podría provocar un “quiebre diplomático sin precedentes”, y llamó a Washington a mantener el diálogo y la colaboración institucional como vía principal.













