

El Vaticano, a través de su Observador Permanente ante la ONU en Ginebra, Mons. Ettore Balestrero, reafirmó su compromiso con la paz global al destacar la cooperación internacional como herramienta clave para alcanzarla. En medio de un mundo fragmentado por guerras y tensiones geopolíticas, la Iglesia católica, bajo el liderazgo del papa León XIV, sostiene que la innovación debe servir al bien común.
El mensaje fue pronunciado el 9 de julio, durante la 66ª serie de reuniones de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) en Ginebra. Allí, el Vaticano aprovechó el contexto de debate sobre propiedad intelectual e innovación para insertar una visión humanista centrada en la paz, mirada que está en línea con la visión que rige el actual papado de León XIV, "la paz", como uno de sus objetivos principales.
Mons. Balestrero, representante del Vaticano, advirtió que estamos cerca de una oportunidad única para alcanzar la paz, si se prioriza el bien común. En sus palabras: "La innovación y la creatividad pueden mantener viva la esencia de la belleza, ya que embellecer el mundo significa construir la paz".

El factor clave que puede acelerar la paz: cooperación multilateral y reglas compartidas
El Vaticano identifica la cooperación internacional como piedra angular para alcanzar un mundo más justo. En este sentido, Mons. Balestrero celebró el consenso logrado en acuerdos como el Tratado sobre el derecho de los diseños en Riad, que demuestra que los Estados aún pueden construir juntos mediante reglas claras y equitativas.
Asimismo, la Santa Sede destaca que los sistemas equilibrados de propiedad intelectual permiten compartir conocimientos técnicos y creatividad entre países, favoreciendo un desarrollo sostenible que beneficia a todos. "Servicios prácticos y accesibles en beneficio de todos" fueron posibles gracias a normas comunes que pueden replicarse para lograr la paz.

Inteligencia artificial y ética: el arma invisible para construir o destruir la paz
El Vaticano reconoce que la Inteligencia Artificial representa tanto una promesa como un desafío ético. Mons. Balestrero subrayó que urge garantizar que esta tecnología respete la dignidad humana y no se convierta en herramienta de opresión o exclusión.
En un mundo marcado por conflictos y divisiones, la Iglesia católica cree que la innovación debe estar al servicio del ser humano. "En tiempos de guerra y violencia, la innovación y la creatividad pueden mantener viva la esencia de la belleza", afirmó el Observador, llamando a formar "constructores de paz" guiados por principios éticos y justicia global.















