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El Vaticano puso en marcha un ambicioso plan de sostenibilidad que transformará para siempre la Basílica de San Pedro y los espacios adyacentes, con el objetivo de alcanzar un impacto ambiental cero.
El proyecto, impulsado por la Fábrica de San Pedro y presentado en Vatican News, incluye también el Palacio de la Canónica, la Casa Santa Marta y el Estudio del Mosaico, marcando un hito en la historia de la Iglesia y alineándose con los principios de la encíclica Laudato si', justo en el décimo aniversario de su publicación.

"El objetivo es hacer de la basílica vaticana una ‘casa' con huella cero, que acoja a todos e inspire a crecer en humanidad", declaró el cardenal Mauro Gambetti, presidente de la Fábrica. Con millones de peregrinos al año y un enorme valor patrimonial, la Santa Sede busca convertirse en un modelo global de sostenibilidad para el patrimonio cultural.
La nueva basílica respirará sostenibilidad
El plan contempla la reducción de emisiones, la mejora de la calidad del aire, la optimización de la ventilación natural y la promoción de buenas prácticas ambientales entre los visitantes.
Gracias a un sistema de monitoreo instalado en 2023, se controlan en tiempo real partículas, compuestos orgánicos volátiles y dióxido de carbono. Además, se han reemplazado las luces de las naves laterales por lámparas LED, y se están actualizando los sistemas de climatización en áreas clave.

Cada día ingresan cerca de 45.000 personas a la Basílica, cifra que puede duplicarse en eventos litúrgicos. Esto genera un gran desafío en términos de calidad del aire, especialmente tras la pandemia, pero el Vaticano ya trabaja en soluciones tecnológicas alineadas con el modelo One Health, que entiende el bienestar humano, animal y ambiental como parte de un mismo ecosistema.
El Vaticano se ponde com modelo replicable para el mundo
La iniciativa se enmarca dentro de programas como Conversión Ecológica 2030 y Borgo Laudato si' en Castel Gandolfo, que promueven movilidad sostenible y economía circular. Según Walter Ganapini, coordinador del comité científico del proyecto, "la meta de cero emisiones netas es alcanzable y debe ser ejemplo para el mundo".
El nuevo plan del Vaticano transformará el corazón espiritual del catolicismo, y puedría ser replicado en otros sitios históricos, demostrando que la fe y la ciencia pueden caminar juntas hacia un futuro sostenible.













