Descubren los misterios detrás de la "computadora analógica" más antigua del mundo
Encontrado en 1901 cerca de las costas de Grecia, este artefacto contiene un complejo mecanismo de engranajes que desconcertó a los investigadores durante décadas.
El mecanismo de Anticitera, un artefacto de bronce encontrado hace más de un siglo, continúa fascinando a los historiadores como la primera computadora analógica conocida.
Datado entre el 205 y el 60 a.C. en Grecia, este dispositivo no solo calculaba la posición del Sol, la Luna y cinco planetas en cualquier día específico, sino que también ofrecía información astronómica más compleja de lo anticipado inicialmente.
Su funcionamiento se basaba en un sistema de 30 engranajes que giraban a diferentes velocidades. Cada engranaje estaba asociado con un cuerpo celeste, y su posición relativa permitía determinar la ubicación precisa de cada astro en el cielo.
Recientemente, un nuevo estudio ha iluminado el verdadero propósito del mecanismo de Anticitera. Las investigaciones han revelado que este dispositivo era mucho más que una simple herramienta de predicción.
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El mecanismo de Anticitera: un calendario lunar griego
Un equipo de la Universidad de Glasgow ha revelado que el mecanismo de Anticitera operaba según un calendario lunar griego de 354 días, en contraste con la previa suposición de que seguía el calendario solar egipcio de 365 días.
Este descubrimiento, publicado en The Horological Journal, se fundamenta en el uso de técnicas estadísticas avanzadas, similares a las empleadas en la detección de ondas gravitacionales, para analizar el anillo calendárico del mecanismo.
Según los investigadores, liderados por el profesor Graham Woan y el doctor Joseph Bayley, el anillo originalmente presentaba entre 354 y 355 agujeros, un número más coherente con un calendario lunar griego que con el calendario solar egipcio.
"Estudios previos habían indicado la posibilidad de que el anillo calendárico siguiera el calendario lunar, pero las técnicas duales aplicadas en este estudio aumentan considerablemente la probabilidad de esta afirmación", explicó Joseph Bayley.
Un artefacto de sorprendente sofisticación
Gracias a técnicas avanzadas de análisis, los científicos han revelado secretos ocultos en el mecanismo de Anticitera.
Uno de los descubrimientos más significativos fue la identificación de un calendario lunar griego grabado en uno de sus engranajes. Este hallazgo sugiere que el mecanismo no solo servía para fines astronómicos, sino también para la medición del tiempo y cálculos relacionados con el calendario.
El profesor Graham Woan destacó la ironía de emplear técnicas modernas para estudiar un artefacto antiguo: "Es una bonita simetría que hayamos adaptado técnicas que usamos para estudiar el universo hoy en día para entender más sobre un mecanismo que ayudó a la gente a seguir la pista de los cielos hace casi dos milenios".
Una vez más, el nivel sofisticación del artefacto ha sorprendido a los expertos, quienes no creían que los antiguos griegos poseyeran la tecnología necesaria para construir un dispositivo tan complejo.