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En plena era digital, donde los reclutadores analizan perfiles de LinkedIn y CVs en PDF, sorprende saber que el primer currículum vitae del que se tiene registro fue escrito hace más de 500 años.
El autor no fue otro que el genio renacentista Leonardo da Vinci, quien, sin proponérselo, sentó las bases con una carta que cambiaría su destino profesional... y el de millones después.

¿Cuándo y por qué Leonardo da Vinci escribió el primer currículum?
Corría el año 1482. Leonardo da Vinci tenía 30 años y deseaba trabajar para Ludovico Sforza, duque de Milán, una de las figuras más poderosas del Renacimiento.
En lugar de enviar una obra de arte o una carta convencional, redactó un documento que hoy se considera el primer currículum vitae de la historia.
Esta carta, hoy conservada en el Códice Atlántico de la Biblioteca Ambrosiana de Milán, no solo era una solicitud de empleo: era una estrategia de autopromoción que adelantó por siglos técnicas de persuasión que hoy siguen siendo clave en el mundo laboral.

La táctica de Leonardo da Vinci: enfocarse en las necesidades del empleador
Uno de los aspectos más sorprendentes de esta carta es su enfoque. Aunque ya era reconocido como artista, apenas menciona sus dotes pictóricas. En su lugar, estructuró el texto como una lista detallada de soluciones militares e ingenieriles que podría ofrecerle a su empleador.
Desde puentes portátiles hasta máquinas de asedio, vehículos blindados y sistemas de defensa naval, cada propuesta respondía directamente a las necesidades de un gobernante inmerso en conflictos bélicos.
Esta personalización del mensaje según el perfil del destinatario, hoy una regla de oro en los recursos humanos, fue aplicada con una precisión que asombra incluso en la actualidad.
Las técnicas modernas que el genio aplicó 500 años antes
El análisis de la carta de Leonardo da Vinci revela que, sin proponérselo, aplicó de forma intuitiva varios principios que hoy se enseñan en los cursos modernos de empleabilidad.
Para comenzar, eligió un inicio impactante, abriendo su carta con una promesa intrigante: aseguraba revelar ciertos "secretos", generando curiosidad inmediata en su lector.
A esto se sumaba una estructura clara y funcional, en la que organizaba párrafos breves, cada uno enfocado en una habilidad específica, utilizando un lenguaje directo y orientado a resolver problemas concretos.
Otro aspecto notable fue su tono de seguridad sin arrogancia. Utilizó frases como "sé cómo hacer" o "puedo construir", transmitiendo confianza en sus capacidades sin caer en exageraciones.
Finalmente, ofreció una propuesta de valor verificable, comprometiéndose a realizar demostraciones prácticas ante el duque para respaldar cada una de sus afirmaciones.
En términos actuales, esto equivaldría a presentar un portfolio profesional o superar una prueba técnica como parte del proceso de selección.
¿Funcionó? Así cambió la vida de Leonardo da Vinci
La carta fue un éxito rotundo. Ludovico Sforza quedó tan impresionado que contrató a Leonardo da Vinci casi de inmediato. Esto marcó el inicio de una etapa crucial en su carrera, durante la cual desarrolló algunas de sus obras más célebres, como La Última Cena y La Virgen de las Rocas..












