En esta noticia

Muchos de los fieles católicos tienen una idea de cómo fue que murió Jesús en la cruz, ya sea porque lo vieron en películas, lo escucharon en la iglesia a la que asisten o porque lo leyeron. Un reciente descubrimiento arqueológico pone en evidencia, desde la ciencia, como habría muerto realmente el hijo de la Virgen María hace 21 siglos.

A 21 siglos de la muerte de Jesús parece paisaje ver una cruz con clavos, y su muerte, un viernes del año 33 d.C., enseñó en la fe cristiana que Dios envió a su único hijo a morir para salvar a la humanidad de los pecados, ¿pero a qué nivel de sufrimiento y agonía? El sitio web especializado en temas bíblicos, Bible History Daily, dio detalles de un descubrimiento arqueológico que intenta dar respuesta a la pregunta de cómo murió Jesús.

El hallazgo de un hueso del siglo I d.C. con un clavo atravesado

En 1968, arqueólogos encontraron el hueso de la parte de un talón que está perforado por un clavo. El hallazgo tuvo lugar en Givat HaMivtar, una ciudad judía en Jerusalén.

Según la fuente, el especialista Jeffrey P. Arroyo García, este hueso del talón fue localizado en un osario construido en el siglo I d.C., entre los años 66 y 74 d. C, época muy cercana a la muerte de Jesús y sus prácticas de tortura.

El talón fue hallado en un cofre con la inscripción Yehohanan ben hagaqol, que según los estudios podría tratarse del nombre personal de alguien seguido del término "hagagol" que indica "rodillas separadas", indicó la fuente acuñando el concepto al arqueólogo israelí Yigael Yadin, pionero en estos temas.

¿Realmente Jesús murió crucificado o colgado?

Aunque la crucifixión de Jesús es ampliamente aceptada por los Evangelios y la tradición cristiana, en especial por la Iglesia católica que tiene como su símbolo universal la Cruz, la evidencia arqueológica y textual muestra claros matices en su narrativa.

Con el hallazgo en 1968, del osario de Yehohanan en Jerusalén, del talón perforado, se tiene la única prueba física conocida de una crucifixión en Judea. Sin embargo; según el investigador Jeffrey P. Arroyo García, esto "no puede tomarse como una prueba de que Jesús fue crucificado con clavos o que tal método fuera común en Judea".

De hecho, el uso de clavos podría haberse generalizado solo a partir de la Primera Revuelta Judía (66-74 d.C.), como relatan los escritos de Flavio Josefo. Por ello, el investigador planteó la hipótesis de que "clavar a una víctima en una cruz podría no haber sido tan común como la mayoría cree" y que este método "se haya introducido en Judea solo después de la época de Jesús", con lo cual, su postura pone a prueba lo que siempre dijo la Iglesia católica sobre la forma real de cómo murió Jesús.

Entonces, según la mirada científica de Jeffrey P. Arroyo García, existe la posibilidad de que Jesús haya muerto colgado, atado y no clavado, aunque minoritaria, no puede descartarse por completo.