A 112 años del naufragio del Titanic se conoció la existencia de un tesoro jamás recuperado del fondo del mar
Sin duda, el RMS Titanic, hundido en abril de 1912 se convirtió en el pecio más famoso del mundo, superando de forma categórica a naufragios de grandes imperios que marcaron el rumbo de la historia.
Desde la trágica noche del 14 al 15 de abril de 1912 hasta la fecha, han pasado 112 años y más de 122 días y contando desde el hundimiento del que para ese entonces era el barco más lujoso, grande y moderno de la época. Hablamos en este caso del RMS Titanic, cuyo pecio reposa a más de 4.000 metros en el fondo del océano Atlántico a unos 740 kilómetros de la costa de Newfoundland en Canadá.
El Titanic es conocido por millones de personas en el mundo, saben su historia, ya sea por libros, por historias personales, por vivencias cercanas o porque simplemente aman el cine, lo cierto de todo esto es que el pecio de RMS Titanic resguarda en su interior un tesoro que jamás se recuperó y que ahora es reclamado y se encuentra a la espera del rescate.
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Algunos de los tesoros que se hundieron con el Titanic
El Titanic transportaba una gran variedad de tesoros valiosos que se perdieron en su trágico hundimiento.
Algunos de los tesoros que reposan en el fondo del mar son joyas de gran valor, como diamantes, esmeraldas y perlas, pertenecientes a pasajeros adinerados.
También, según cuenta la historia, se perdió una colección de obras de arte, muebles finos y objetos de lujo que decoraban el barco. Además, el Titanic llevaba dinero en efectivo y documentos valiosos, incluidos bonos y certificados.
El valor total de las pérdidas podría ser incalculable. Estos tesoros, sumados a la tragedia humana, han contribuido a la leyenda del Titanic.
El gran tesoro que protege del Titanic y que ahora quieren recuperar
Lejos de las joyas o el famoso Corazón del Mar, protagonista en el película El Titanic, hay una joya o tesoro que cobra valor para la historia.
Se trata del telégrafo Marconi que estuvo a bordo del Titanic. Este artefacto se considera un tesoro clave en la historia del naufragio, ya que fue el medio de comunicación que transmitió los desesperados mensajes de socorro la noche del 14 al 15 de abril de 1912.
Los mensajes variaron desde la cotidianidad hasta el pánico, con el operador transmitiendo su último llamado: "Ven rápido. Sala de máquinas inundada". Esta pieza de tecnología avanzada representa no solo un símbolo de la tragedia, sino también de la heroicidad de los que intentaron salvar vidas.
Recientemente, una jueza federal en Estados Unidos autorizó la recuperación del telégrafo por parte de RMS Titanic, Inc. (RMST), que ha reclamado sus derechos desde 1994. Sin embargo; su extracción dependerá de un plan de financiación y de la aprobación judicial.
Aunque muchos arqueólogos y defensores del patrimonio cultural se oponen a la recuperación, argumentando que el telégrafo cuenta mejor su historia en su lugar original, RMST sostiene que rescatarlo enriquecería la comprensión del legado del Titanic.
Este telégrafo no solo es un artefacto, sino un vínculo tangible con la historia, que permite a las futuras generaciones recordar la tragedia. Si se recupera, podría incluso restaurarse para funcionar, ofreciendo de nuevo la "voz del Titanic" al mundo, un hecho que cambiaría para siempre el curso de la historia del hundimiento del Titanic.