

El mercado digital de música comprende dos segmentos fundamentales: mobile e Internet. En la Argentina, durante 2012, las ventas digitales de música crecieron un 57% con respecto al año anterior, según el Informe de la Industria de la Música 2012, realizado por la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (Capif).
La información recopilada indica que, el año pasado, las descargas legales por Internet tuvieron un crecimiento del 416%, con respecto a 2011, impulsadas por la suba de ventas de sencillos, de álbumes completos y otros paquetes de audio (que incluyen playlists, ventas en puntos públicos y otros, siempre que no sean sencillos, álbumes ni videos musicales).
Este tipo de descargas se conforman en un 49% por downloads de sencillos; un 29% de álbumes completos; un 1% de videos musicales; y un 20% de otros paquetes de audio. Respecto de las descargas en móviles: el 72% le corresponde a los sencillos; el 14% a melodías ringback; el 9% a master ringtones y el 5% a otros.
Las ventas digitales crecieron un 57% con respecto al año anterior en la Argentina. Si bien este escenario invita a pensar que las ventas de CDs se hayan reducido. No fue así, el soporte físico aumentó su participación, ya que, en 2011, fue del 85,95% y, en 2012, del 86,2%.
A nivel mundial, según el último Reporte de Música Digital 2013, elaborado por la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI), los ingresos por ventas digitales crecieron un 9% y, en 2012 representaron u$s 5.600 millones. Los datos de la organización sin fines de lucro, que representa a la industria discográfica mundial, con unos 1.300 miembros en 66 países y asociaciones sectoriales afiliadas en 55 países, proyecta que las ventas digitales ya representan alrededor del 34% de los ingresos de la industria de la música a nivel mundial.
Los servicios de suscripción, entre los que se destacan Spotify y Deezer, registraron un crecimiento del 44% y ya alcanzan a 20 millones de clientes en todo el mundo. IFPI señala que los principales servicios de música digital, hoy, se encuentran presentes en más de 100 países, incluyendo mercados emergentes como Brasil e India.La Argentina musicalHoy, hay varias plataformas digitales para consumir música que están muy parejas. Está claro que algunas tienen menos desarrollo en el mercado y lograron una gran penetración. Servicios como iTunes, YouTube, Personal Música y Ideasmusik (Claro) están en un muy buen momento, señala Aníbal Marquez, gerente Digital Sur de Sony Music Argentina.
Agrega: Los consumidores cada vez más están optando por plataformas premium. La mentalidad es cada vez más abierta y es por eso que aumenta la cantidad de servicios que están empezando a operar en la Argentina.
Al pensar en nuevos canales, Marquez resalta que hace dos años se hablaba únicamente de contenidos para celulares y suscripciones mensuales, en materia de mobile. Hoy, tenemos video (YouTube@Vevo), streaming, contenido a la carta, suscripciones diarias, entre otros. Entonces, a medida que los negocios lo requieran, tenemos que ser ágiles y adaptarnos al nuevo contexto. También las plataformas entienden que tienen que trabajar en conjunto con nosotros para saber las limitaciones y oportunidades, explica Marquez.
La estructura digital de Sony Music tiene más de cinco años. Entre las funciones del área, se encuentra la de acompañar a los partners para desarrollar el mercado local, mostrando la oferta de música y generando accesibilidad. Hoy, Sony opera en todas las tiendas legales que existen. Entre otras, las operadoras Mobile, Sonora, YouTube, iTunes, Deezer, XboxMusic. Un caso aparte es Grooveshark, la plataforma independiente para escuchar y bajar música. Con ella, la discográfica, no tiene acuerdo por lo cual, no es una alternativa para nosotros, hoy en día, dice Marquez.
Al pensar en estas nuevas plataformas digitales, el periodista especilizado y autor, Sergio Marchi, opina: Las discográficas deberían adaptarse bajando los precios. Si ya no tienen que fabricar, porque el mp3 es un archivo, hay un costo importantísimo que desapareció. Sin embargo, eso no se trasladó a los precios. Es como que lo digital subsidia a lo físico.
Continúa: Me encantaría comprarme algunos discos viejos remasterizados en digital, pero, encima que es un producto que tiene poquísimo costo, me lo quieren vender a precio de CD físico. No tiene sentido la compra. Creo que los artistas deberían tener un escape digital. Es decir, no sujetar su catálogo a venta digital y poder comercializarlo ellos mismos.PirateríaEl informe de IFPI indica que, en el mundo, las descargas legales crecieron un 12%, con respecto a 2011, y constituyen alrededor del 70% del total del mercado digital. En la Argentina, según el informe de Capif, el año pasado se registraron importantes acciones contra los usos no autorizados de fonogramas tanto en su formato físico como en medios online.
Así, se dieron de baja varios focos de piratería en diversos formatos tales como sitios de venta online de soportes físicos, foros de descarga directa de discografías completas y aplicaciones no autorizadas en redes sociales que permitían el acceso a los contenidos en tener los derechos intelectuales de sus titulares, entre otros.
Al respecto, Marchi reflexiona: Se creó un poco de conciencia en este tiempo sobre la ilegalidad y derechos de autor, pero, en un país, donde lo ilegal suele ser lo legal, la gente prefiere bajar que es más barato. Es un problema de mentalidad nacional... y popular.
Para Pablo Corso, licenciado en Comunicación y Periodista: En la Argentina, creemos que si algo está disponible gratis, no hay razones para pagarlo, por mínimo que sea el gasto. En cuanto a la ilegalidad, aún con las legislaciones vigentes y las campañas de persecución de las discográficas (costosas, impopulares e inefectivas), no creo que los usuarios perciban su conducta como tal. Es difícil ilegalizar el hecho de compartir.
Corso tiene una opinión definida respecto de la música y la propiedad intelectual en Internet: No me preocupan las empresas, que quieren mantener un esquema de derechos arcaico, originado en conceptos de dudosa legitimidad. Sí lo hacen los artistas que deben ser recompensados por su trabajo en este nuevo contexto. También deberíamos prestar atención a iniciativas, como creative commons y copyleft, que proponen la modalidad de algunos derechos reservados, respetando la propiedad intelectual y permitiendo que los creadores liberen sus contenidos como mejor les parezca.









