La Organización Trump y su director financiero, Allen Weisselberg, fueron imputados ayer por presuntos delitos fiscales por un gran jurado de Manhattan, y mientras hoy se espera a que se revelen cuáles son los cargos, Weisselberg se entregó esta mañana a la Fiscalía, y se declaró no culpable.

Weisselberg, de 73 años, no sólo es el jefe de finanzas de la Organización Trump: sirvió a la familia del magnate por más de cuatro décadas y es la única persona que no se apellida Trump a la que el expresidente confía su dinero.

Trump y Weisselberg en una de las pocas imágenes juntos pese a un vínculo de cuatro décadas - Reuters

Weisselberg ha negociado los préstamos de Trump, es cofirmante de sus cuentas, ayuda a tramitar sus impuestos y, junto a los hijos del expresidente, supervisó el fideicomiso que mantenía todos los activos de Trump mientras estaba en el cargo.

El caso por el que la organización y el director financiero fueron imputados forma parte de una larga investigación penal del fiscal del distrito de Manhattan, Cyrus Vance, y se refiere a los impuestos no abonados por beneficios otorgados a Weisselberg. Según medios locales, estos incluirían un departamento y un coche de empresa.

En cuanto a la Organización Trump, un conglomerado empresarial que se dedica principalmente a la gestión y desarrollo de bienes inmuebles, "las consecuencias directas de cualquier condena penal podrían ser una multa masiva o podría incluir algún tipo de libertad condicional", dijo la exfiscal federal Miriam Baer. En este caso, ni Trump ni sus hijos están incluidos en los cargos.

Trump se vio forzado a ceder el control de la firma a sus hijos en 2017, al asumir la presidencia de Estados Unidos, pero no llegó a desvincularse del todo.