

En Francia se reaviva la "teoría del complot" del caso de Dominique Strauss-Kahn luego de dos supuestas llamadas al fiscal de la causa desde París que informaban de escándalos sexuales del ex director del FMI, que habrían impedido su inmediata libertad.
La revelación sobre las llamadas se produce al día siguiente de un vídeo difundido por la cadena "BFM TV" que muestra una secuencia -grabada por parte de las cámaras de seguridad del hotel-, sobre cómo Strauss Kahn paga su factura en la recepción y abandona el hotel, y cómo después la limpiadora escenifica y relata la teórica agresión al ingeniero jefe de Sofitel y a un guardia de seguridad.
Tras escuchar su historia, éstos llaman a la policía para dar parte de la presunta agresión y pasan a una habitación diferente en la que, sin que nadie les vea -excepto la lente de una cámara de seguridad- se abrazan y bailan durante casi 12 segundos, en lo que parece una celebración espontánea.
El vídeo ya había sido descrito en forma reciente por el periodista de investigación Edward Epstein, el primero que volvió a la carga con la teoría del complot organizado, aunque las imágenes no habían alcanzado caracter público.
Al principio, los responsables del grupo francés Accor, matriz de la cadena Sofitel, atribuyeron lo que en Francia se conoce como "el baile de la alegría" a una celebración de sus empleados por un resultado deportivo.
Sin embargo, el único evento deportivo de envergadura de aquel día en Estados Unidos fue un partido de baseball entre los Red Sox de Boston y los Yankees de Nueva York, que terminó varias horas después de la captura de las cámaras de seguridad.
En su nueva versión, el grupo asegura que los empleados no recuerdan por qué estaban tan contentos tras informar a la policía de la supuesta agresión sexual de la que había sido objeto una compañera y subrayan que las teorías "malintencionadas e infundadas" de que los vídeos demuestran "la implicación de Accor en un complot no tiene sentido".
"Son incapaces de recordar el motivo de esa escena", explica en la edición digital de "Le Monde" el secretario general de Accor, Pascal Quint, quien agrega que, según lo que se deduce de la investigación que desarrolló la cadena hotelera, estaban "aliviados al ver que se había llamado a la policía y que el hotel había hecho las cosas siguiendo las normas tras la agresión".










