Luego de conocerse los datos de la mayor desaceleración en seis años de la actividad del sector manufacturero chino, que derrumbaron las bolsas del mundo el viernes pasado, el gobierno de China autorizó a los fondos de pensiones gestionados por las administraciones locales a invertir en los mercados accionarios por primera vez. Esta medida intenta generar un potencial de cientos de miles de millones de yuanes a ingresar a las castigadas bolsas locales. El Consejo de Estado publicó las reglas definitivas ayer, luego de una caída de casi el 12% de las acciones la semana pasada, la peor desde junio.
Los fondos de pensiones podrán ahora invertir hasta un 30% de sus activos netos en acciones, fondos accionarios y fondos mixtos. Dado que el fondo de pensiones público de China contaba con activos por valor de 3,5 billones de yuanes al concluir 2014, la nueva normativa permite que más de un billón de yuanes lleguen al mercado, es decir, cerca de u$s 164.000 millones.
Estos recursos suponen cerca del 90% del total del sistema chino de seguridad social. Hasta ahora, los fondos de pensiones sólo podían invertir en depósitos bancarios e instrumentos de tesorería.
De acuerdo a las nuevas reglas también podrán invertir en bonos convertibles, instrumentos del mercado monetario, valores respaldados por activos, futuros de índices, futuros de bonos chinos y bonos de proyectos de infraestructuras estatales con el fin de obtener rendimientos a largo plazo.
Los gobiernos provinciales determinarán la cantidad de capital que invertirán.
La administración de Xi Jinping ya tomó numerosas medidas para tratar de frenar la inestabilidad de sus mercados, además la devaluación del yuan para impulsar la competitividad de sus ventas en el exterior. El siguiente objetivo, según publicó ayer el diario The Wall Street Journal, será recortar el mínimo de reservas obligatorias para los bancos. Tratarán así de que liberen capital en forma de préstamos.