El opositor Partido Socialista de Francia fue el claro vencedor de elecciones departamentales en el país ayer, mientras que el Frente Nacional de extrema derecha también alcanzó cifras importantes, en un golpe al presidente Nicolas Sarkozy cuando falta un año para que se enfrente a su reelección.

Con más de 80% de los votos escrutados, la izquierda obtenía un 36%, el doble del gobernante partido conservador Unión por una Mayoría Popular (UMP) con 18,6%, dijo el Ministerio del Interior. En tanto el Frente Nacional, que ha subido en los sondeos de opinión bajo la nueva líder Marine Le Pen, hija del octogenario Jean-Marie Le Pen, quien en 2002 alcanzó la segunda vuelta de la elección presidencial, obtenía un 11%.

Analistas proyectan que si el partido antiinmigración hubiese tenido candidatos en cada departamento, su nivel de apoyo podría haber llegado a un 25%.

Aunque las elecciones cantonales no poseen gran importancia dentro del panorama político nacional, dado que solo se encuentran en juego cargos para concejales que solo tienen competencia en materia locales y sociales, estos comicios cobraron importancia por ser la última gran prueba de opinión para medir el impopular Sarkozy antes de las elecciones presidenciales de abril del 2012.

El escrutinio estuvo marcado por una abstención del 56%, según la encuestadora Ipsos, lo que la ubica entre las más importantes de la historia en este tipo de comicios.

Durante la semana, la actualidad francesa estuvo centrada, además de en la operación militar de la que Francia forma parte en Libia, en la meteórica ascensión de la hija de Le Pen.