El gobierno chileno confirmó hoy que murieron 15 personas en el marco de las últimas manifestaciones, 11 de ellas en la región metropolitana de Santiago, y todos se produjeron "asociados a quemas y saqueos, principalmente en el comercio", en el marco de unos "hechos graves de violencia" que las autoridades consideran en remisión.

El viceministro del Interior, Rodrigo Ubilla, confirmó una "disminución significativa" de los altercados, que en la región metropolitana pasaron de 117 a 41 en las últimas 24 horas.

También verificó un cambio en el objetivo de estos asaltos, que pasó de ser contra tiendas a centrarse en servicios públicos, lo que a su criterio, "demuestra que es una acción concertada". "Es la mente planificada de estos violentistas que buscan desestabilizar al país", alertó, según el diario El Mercurio.

El anuncio de una subida en las tarifas del subte de la capital desencadenó el fin de semana pasado protestas que llevaron al gobierno a decretar el toque de queda en Santiago y sus alrededores. Pese a la rectificación del Gobierno y la congelación del precio del transporte, las movilizaciones continúan.

El viceministro aclaró que, pese a estos disturbios, las Fuerzas Armadas y los Carabineros "no están sobrepasados" y se avanza para "dar tranquilidad a distintas ciudades del país".

Solo en la región metropolitana hay desplegados más de 20.000 efectivos.

El jefe de la Defensa Nacional, Javier Iturriaga, confirmó las cifras y explicó que estos efectivos vigilan "más de 120 puntos críticos de los servicios de utilidad pública, almacenamientos de alimentación y todo lo que tiene que ver con el transporte público".

Iturriaga coincidió también en que los incidentes violentos disminuyeron en Santiago, salvo "daños menores que producen los delincuentes de siempre". En total, más de 900 personas fueron detenidas por su presunta participación en los altercados.

Una nueva agenda social

Para hoy el presidente de Chile, Sebastián Piñera,convocó a los presidentes de partidos oficialistas y de oposición a una reunión para la “unidad nacional en la que analizarán aumentos a las pensiones, bajas en los precios de medicamentos y tarifas de servicios básicos y salud, entre otros.

Según se anticipó, se deberá "dar una nueva mirada a la agenda social" del gobierno, lo cual implicaría un rediseño de las prioridades legislativas en las que los proyectos de reforma tributaria, pensiones y reducción de la jornada laboral con flexibilidad tienen un rol clave.

A las 20:30 horas, el Presidente Piñera se dirigió nuevamente al país y anunció que convocó para hoy a los presidentes de los partidos del oficialismo y la oposición "para poder avanzar a un acuerdo social que nos permita acercarnos".