El ataque de hombres armados ayer contra un colegio secundario nigeriano, donde secuestraron a unos 150 adolescentes, conmocionó al país. Al punto que hoy el estado nigeriano de Kaduna, donde fue el ataque, cerró 13 escuelas para evitar otras agresiones.

Umma Ahmed, funcionario a cargo de asuntos educativos del estado, explicó que las escuelas consideradas "vulnerables" a ataques de hombres armados son las que fueron cerradas de inmediato.

Es que no es la primera vez que hay un ataque como éste. Apenas hace cuatro semanas, un estudiante murió y 10 maestros y alumnos fueron secuestrados cuando hombres armados no identificados atacaron un instituto en Kaduna, así como ataques similares en los últimos meses.

Soldados nigerianos - Europapress
Soldados nigerianos - Europapress

Desde diciembre de 2020 se llevaron a casi 1000 personas de las escuelas, de las que más de 150 siguen desaparecidas; son parte de la "industria del secuestro" para pedir rescates. Los secuestradores también atacan carreteras, residencias privadas y hospitales.

La policía dijo que esta vez, hombres armados asaltaron a tiros el instituto baptista Bethel, en el sur de Kaduna, en la noche del domingo. "Dominaron a los guardias de seguridad del colegio y entraron al albergue de estudiantes, llevándose a un número indeterminado de alumnos a la selva", indicó un comunicado policial. Fueron rescatadas 26 personas, entre ellas, una profesora.

El reverendo John Hayab, uno de los fundadores de la escuela, dijo que 25 estudiantes lograron escapar al ataque, entre ellos su hijo de 17 años, mientras que el resto permanece en paradero desconocido. Alrededor de 180 estudiantes asistían al internado y estaban en época de exámenes, explicó.