Luego del desarrollo de las vacunas, una ola de tratamientos antivirales promete abrir un nuevo frente en la lucha contra el coronavirus: la posibilidad de un tratamiento rápido, en casa, y que reduce el riesgo de internaciones y muertes por la enfermedad.

El viernes pasado, Pfizer informó que su antiviral oral, Paxlovid -diseñado específicamente para inhibir la proteasa SARS-Cov-2-3CL, la enzima que necesita el virus para replicarse en el organismo-, redujo el riesgo de hospitalización y muertes por Covid-19 en un 89%. El CEO de Pfizer, Albert Bourla, dijo que de ser aprobado, el medicamento podría reducir drásticamente las infecciones y evitar hasta nueve de cada 10 hospitalizaciones.

El laboratorio dijo que sólo el 0,8% de las personas que comenzaron el tratamiento dentro de los tres días posteriores a la aparición del síntoma necesitaron ser internadas, y ninguna murió. En comparación, el 7% de las personas que recibieron el placebo fueron hospitalizadas o murieron.

Además, el laboratorio dijo que había producido una fuerte actividad antiviral (in vitro) contra algunas variantes de preocupación y otros tipos de coronavirus, por lo que esperan que pueda funcionar con cepas similares.

El estudio de Fase 2/3 se realizó sobre 1219 adultos no vacunados con al menos un factor de riesgo, que se habían contagiado el virus hasta cinco días antes y presentaban síntomas leves o moderados. Se toma en combinación con un segundo medicamento llamado ritonavir que ayuda a que el compuesto de Pfizer permanezca más tiempo en el torrente sanguíneo.

Este es uno de los tres ensayos que Pfizer está haciendo actualmente sobre el medicamento. Aunque todavía no hay certeza de plazos, la empresa dijo que enviará la información de sus estudios a los reguladores norteamericanos "tan pronto como sea posible" (la mayoría apuntan a que sería antes de fin de año) para solicitar la autorización de uso de emergencia.

En términos de precios, el laboratorio no reveló cuánto costaría el medicamento, pero dijo que planeaba seguir un enfoque escalonado -los países de ingresos altos y medios pagarían más que los de ingresos bajos- durante la pandemia, según citó Bloomberg.

Un vocero de Pfizer dijo que la empresa espera producir más de 180.000 dosis hasta fines de este año, y prevé fabricar al menos 50 millones para 2022.

Los resultados de Pfizer se producen luego de que el Reino Unido aprobara el uso del Molnupiravir de MSD y Ridgeback Biotherapeutics. También se trata de un antiviral oral diseñado para tratar casos leves y moderados de Covid-19 en pacientes con factores de riesgo, durante los primeros cinco días de la infección.

Según los resultados de un estudio de Fase 3 que se difundieron en octubre, el medicamento (un análogo de ribonucleósidos, que introduce errores en el código genético del virus para inhibir su replicación) redujo el riesgo de internaciones y muertes por Covid en un 50%: 7,3% de los voluntarios que recibieron el medicamento necesitaron ser hospitalizados o fallecieron, versus el 14,1% que recibieron el placebo.

MSD ya empezó la producción de su antiviral y espera fabricar 10 millones de tratamientos (dos tomas diarias durante cinco días) para fines de este año y espera producir al menos otros 20 millones durante 2022.

El laboratorio ya ha solicitado la autorización de uso de emergencia de su medicamento ante la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) de los Estados Unidos y actualmente bajo revisión de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).

MSD tiene un contrato por 1,7 millones de tratamientos con el gobierno estadounidense y ya está en negociaciones con otros gobiernos del mundo, incluyendo al Reino Unido, por al menos otros 480.000 tratamientos.

Si bien ya se han aprobado otro tipo de tratamientos contra el virus -muchos a base de anticuerpos monoclonales, como los de Regeneron o Eli Lilly- se tratan de terapias más sofisticadas de producir, más costosas, y que generalmente se aplican vía intravenosa en centros médicos, lo que agrega presión al sistema sanitario.

Recientemente, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Europa, Hans Kluge, dijo que la región se encontraba "en otro punto crítico de rebrote de la pandemia" y que, si continúa la tendencia, podría producirse medio millón más de muertes en Europa y Asia Central para febrero próximo.