El primer ministro de China, Li Kegiang, sostuvo hoy que, aunque su país crece más lentamente, el ritmo es el adecuado, el gigante asiático no tiene por qué devaluar y además no permitirá que comience una guerra de divisas.

En el Foro Económico Mundial de verano (en el hemisferio norte) en la ciudad china de Dalian, Li Kegiang rechazó que, tal como se instaló en los últimos meses, su país sea una fuente de incertidumbre para la economía mundial, y afirmó, por el contrario, que sigue siendo un motor del crecimiento global.

Desde mediados de junio, las acciones chinas cayeron un 40%, sacudiendo los mercados globales y reforzando los temores entre los inversores respecto a un “aterrizaje forzoso”. El premier resaltó que la economía china se expandió un 7 por ciento en el primer trimestre en la medición anualizada, en línea con la meta del Gobierno establecida para el 2015. Pero recientes datos negativos han generado temores que el crecimiento del año incumpla con las estimaciones oficiales.

Li Kegiang aseguró además que China no tiene intención de promover sus exportaciones por medio de nuevas devaluaciones del yuan. “China no está dispuesta a que haya una guerra de divisas”, afirmó, y sostuvo que el objetivo es que la divisa china se mantenga estable dentro de un nivel de equilibrio.

China devaluó su moneda en agosto tras más de un año de progresiva apreciación en los mercados internacionales de divisas. El jefe de Gobierno resaltó que esa devaluación, del 2%, fue “muy pequeña”. E insistió: “Si se produce una guerra de divisas, solo serviría para hacer daño a China (…) La continua devaluación del yuan definitivamente no ayuda a que la moneda se internacionalice. No es nuestra estrategia preferida”.

También consideró que la deuda del Gobierno central está “en un nivel relativamente bajo”, alrededor del 20% del PIB, por lo que “las preocupaciones por los riesgos del endeudamiento gubernamental son innecesarias”.

Fuente: AGENCIAS