"Estoy bien". Con esas palabras, la canciller alemana Angela Merkelse refirió por primera vez, de manera explícita, a los dos episodios de temblores que sufrió en actos públicos y que desataron todo tipo de especulaciones.
Al ser consultada sobre su salud de un periodista en una rueda de prensa conjunta con el ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, en el marco de la cumbre del G20 en Osaka, la canciller dijo entender que los periodistas le hagan preguntas sobre el tema.
"Pero no tengo nada particular de qué informar. Me encuentro bien. Estoy convencida de que de la misma manera que esta reacción hizo su aparición, también volverá a desaparecer", afirmó.
Ya el viernes, en una conferencia de prensa ordinaria, la vocera adjunta del Ejecutivo alemán, Martina Fietz, había asegurado que la Merkel estaba bien de salud y capacitada para cumplir con todas sus obligaciones, tras el segundo episodio de temblores que la canciller sufrió un día antes durante un acto oficial en Berlín.
"Las imágenes que se pueden ver de Osaka muestran a una canciller totalmente activa y sana que cumple con su trabajo y con todos los encuentros agendados", dijo Fietz a la agencia DPA.
Los diarios Stuttgarter Zeitung y Stuttgarter Nachrichten publicaron ayer que, según fuentes próximas al Gobierno, la propia Merkel considera que los temblores del miércoles son consecuencia de una reacción psicológica al episodio de espasmos que sufrió la semana anterior durante un acto oficial con el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski.
"No hay nada de qué preocuparse. El recuerdo del episodio de la semana pasada llevó a la situación de hoy, se trata pues de un procesamiento psicológico" de lo ocurrido entonces, señalaron las fuentes citadas por esas publicaciones, según consignó la agencia de noticias EFE.
La canciller de 64 años -en el poder desde 2005- apareció temblorosa en una ceremonia en Berlín el jueves último, justo antes de tomar un largo vuelo hacia Osaka para participar de la cumbre de líderes del G-20.
La situación fue más alarmante incluso el 18 de junio, cuando todo su cuerpo tembló intensamente en un acto junto al flamante presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy. La canciller dijo después que se sintió bien luego de tomar tres vasos de agua, que era "aparentemente lo que necesitaba".