En el último tiempo, la dependencia a los smartphones se hizo cada vez más fuerte. El celular reemplazó a la agenda y la llegada de Internet al móvil terminó desplazando en muchos el uso cotidiano que se le daba a la computadora. Pero esta nueva herramienta tiene en la batería su punto más débil. Cuántas veces nos habrá pasado de quedarnos con el teléfono descargado en los lugares más insólitos y en momentos en donde más se necesita un celular. Inspirándose en estas situaciones, Bruno de Rosa hizo del “low battery” un emprendimiento.

“Él estaba estudiando publicidad y yendo a buscar unos apuntes a lo de un compañero. Tenía la dirección en el celular, se toma el colectivo y, de repente, se le queda sin batería. Trató de cargar el teléfono en algún bar o en algún negocio, pero no pudo. Ahí se le ocurrió que debería haber algo que sirva para cargar en cualquier parte”, comenta Juan Martín Di Tomaso, co fundador de Quick Energy junto a De Rosa.

Ese “algo” se terminó transformando en un equipo que cuenta con distintos lockers en donde se pueden recargar dispositivos móviles y que ya está siendo utilizado en universidades como la UCES, Di Tella, Austral, ITBA, Salvador y la UFLO y en distintos hoteles de la cadena Howard Johnson. Cada uno de los dispositivos de Quick Energy cuenta con cinco fichas “que cubren el 90 por ciento del mercado” y es "90 por ciento producción nacional".

El modo de uso es similar a los lockers de los supermercados. Con poner una moneda de un peso, uno puede abrir el casillero, dejar cargando el celular y llevarse la llave. La seguridad de los mismos es algo que está garantizado según el creador: “son equipos muy sólidos, con una chapa que no es fácil de forzar. Además, usamos cerraduras Panzer que nos elevan mucho los costos pero nos dan mucha seguridad porque son llaves codificadas que no se pueden copiar en una cerrajería convencional”.

Con una inversión inicial de aproximadamente $60.000, los dos emprendedores realizaron los primeros 10 equipos y abrieron sus oficinas en Belgrano a fines del año pasado. Luego participaron del concurso Desarrollo Emprendedor que realiza el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y terminaron obteniendo el 1er premio dentro de la categoría desarrollo innovador por $ 10.000.

Los equipos de Quick Energy tienen una doble función. Por un lado ofrece una solución para cargar baterías en lugares públicos y privados y por el otro, es una plataforma de publicidad indoor. “Creemos que una de las principales virtudes del equipo está en el target que ofrece, se pude armar un circuito para el público que se desee, ya sea con dispositivos en shoppings o gimnasios por ejemplo. Además, es una oportunidad para asociar a una marca con un servicio y no con algo invasivo”, comentó el emprendedor.

Los emprendedores apuntan a insertar su equipo en distintos ámbitos como bares, aeropuertos y shoppings, entre otros. De hecho, se encuentran negociando con una importante cadena de supermercados y una de gimnasios.

“La fiebre de los smartphones nos vino muy bien para darle más valor a nuestros equipos. Antes la batería de los celulares duraban muchísimo tiempo, hoy no pasa de un día o dos como mucho”, asegura.