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La hipertensión arterial se mantiene como una de las principales causas de enfermedad cardiovascular en el mundo, causando alrededor más de 10 millones de muertes cada año.

Históricamente, su tratamiento ha dependido de la farmacología pero un reciente estudio elaborado por la Escuela Universitaria UAX Rafa Nadal, en la Universidad Alfonso X el Sabio, y citado por SportLife, demuestra que el entrenamiento de fuerza puede ser un aliado fundamental para reducir la presión arterial.

Qué dice el estudio

Para este trabajo, los investigadores analizaron y compararon los efectos de diferentes tipos de entrenamientos físicos: el continuo de intensidad moderada, el de fuerza combinado con aeróbico de intensidad moderada, y el de fuerza combinada con entrenamiento de intervalos de alta intensidad.

Participaron 100 voluntarios con hipertensión , 51 mujeres y 49 hombres, en un ensayo controlado aleatorizado de 12 semanas de duración. Durante ese periodo, los tres grupos de intervención mantuvieron una frecuencia de dos sesiones semanales, experimentando una mejora significativa en su presión arterial, composición corporal y condición física en comparación con un grupo de control sedentario.

Si bien todos los grupos de entrenamiento combinado mostraron mayores mejoras, fue el grupo de fuerza combinado con el grupo continuo de intensidad moderada el que mostró los mayores beneficios en la presión arterial sistólica, diastólica y media.

Entrenamiento ideal para combatir la presión: cuáles son sus beneficios

Este resultado se sostiene en particular por los metaanálisis recientes que documentan reducciones de hasta 13mmHg en presión arterial sistólica -el valor máximo registrado durante la contracción del corazón- y 6mmHg en presión arterial diastólica -el valor mínimo cuando el corazón está en reposo- en programas similares.

En detalle, este grupo logró reducciones en la presión arterial sistólica (-13,4mmHg), diastólica (-6,8mmHg) y media (-8,9mmHg), datos que respaldan una mejora en el control de la hipertensión.

Los analistas también encontraron que estas personas lograron mejorar su fuerza muscular y reducir su perímetro abdominal, aumentando el consumo máximo de oxígeno máximo, el indicador que mide el volumen de oxígeno que puede consumir un organismo durante un ejercicio intenso.

Recomendaciones prácticas para quienes padecen hipertensión

  • Realizar entrenamientos 2-3 veces por semana con ejercicios de fuerza, que incluyan movimientos como las sentadillas y el press de banca.
  • 20-30 minutos de ejercicio cardiovascular, como bicicleta o elíptica a intensidad moderada.
  • Un artículo realizado en la universidad de Southampton y Edimburgo, en Reino Unido investigó el vinculo entre exposición solar y la regulación de la presión arterial. Por eso concluyeron que realizar actividades al aire libre y tomar el sol ayuda también a reducir la presión arterial.