Con la llegada del verano, miles de argentinos ya están ultimando los preparativos para sus vacaciones. Mientras revisan listas, reservan alojamientos y arman valijas, hay un aspecto fundamental que muchos pasan por alto hasta el último momento: qué pueden y qué no pueden llevar en el equipaje de mano.
Conocer las restricciones de seguridad aeroportuaria no es un detalle menor. Un objeto prohibido en el equipaje de mano puede generar demoras en los controles, la pérdida del artículo o, en casos extremos, problemas legales.
Para evitar dolores de cabeza innecesarios antes de empezar el viaje, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) difunde información oficial sobre los elementos que están terminantemente prohibidos a bordo.
Las armas de fuego encabezan la lista de objetos prohibidos en el equipaje de mano. Esto incluye no solo pistolas, revólveres y escopetas, sino también sus réplicas. Muchos pasajeros desconocen que elementos como el gas pimienta, armas de aire comprimido e incluso hondas entran en esta categoría y no pueden transportarse en cabina bajo ninguna circunstancia.
Los objetos filosos también están restringidos de manera estricta. La normativa establece que cualquier elemento con hoja o punta que supere los 6 centímetros de longitud no puede viajar en el equipaje de mano. Esto alcanza a cuchillos, tenedores de gran tamaño, sacacorchos, tijeras de determinadas dimensiones, agujas largas, espadas decorativas y hasta cortaplumas que excedan esa medida.
En situaciones donde el nivel de riesgo de un aeropuerto o de todo el país se incrementa, las restricciones se vuelven aún más severas. En esos casos, la longitud máxima permitida para objetos filosos se reduce a solo 3 centímetros, lo que prácticamente elimina cualquier elemento de este tipo del equipaje de mano.
Los objetos contundentes representan otra categoría prohibida que suele generar sorpresas desagradables en los controles. Rocas decorativas, boleadoras, palos de golf, cañas de pescar e incluso bastones de esquí no pueden transportarse en cabina. Estos elementos deben despacharse obligatoriamente en la bodega del avión si el pasajero desea llevarlos consigo.
Explosivos y sustancias inflamables están completamente vedados en el equipaje de mano por razones de seguridad evidentes. La lista incluye municiones, ciertos tipos de pilas y baterías, gas comprimido, fuegos artificiales, benzina y nafta. Muchos viajeros olvidan que algunos de estos elementos pueden estar ocultos en productos cotidianos como encendedores o cartuchos de camping.
Los productos químicos peligrosos tampoco tienen lugar en la cabina del avión. Cloro, ácidos de cualquier tipo, aerosoles con componentes inflamables y nuevamente el gas pimienta forman parte de esta categoría. Incluso algunos productos de limpieza o mantenimiento que parecen inofensivos pueden estar prohibidos si contienen sustancias químicas reguladas.
Existe una categoría aún más restrictiva de objetos que no solo están prohibidos en el equipaje de mano, sino también en la bodega del avión. Explosivos, gases, combustibles, aerosoles peligrosos, sustancias tóxicas, radioactivas y corrosivas no pueden viajar en ninguna parte de la aeronave. Estos elementos representan un riesgo para la seguridad del vuelo y no hay excepciones a esta regla.
Las regulaciones pueden variar según el país de origen y destino del vuelo. Lo que está permitido en Argentina puede estar prohibido en otros países, y viceversa. Por eso, la Policía de Seguridad Aeroportuaria recomienda a los pasajeros contactarse con su aerolínea antes del viaje si tienen dudas sobre algún objeto en particular.
El incumplimiento de estas normas no solo puede arruinar el comienzo de unas vacaciones, sino que también genera demoras para el resto de los pasajeros en los controles de seguridad. La recomendación es revisar el equipaje con anticipación, consultar la normativa oficial y, ante cualquier duda, comunicarse con la empresa aerocomercial para evitar sorpresas de último momento en el aeropuerto.