

Un nuevo estudio podría ayudar a explicar por qué, luego de dos años de pandemia, hay personas que todavía no se contagiaron.
Un artículo publicado en Nature Immunology revisó la detección inmune innata y las vías de señalización que el huésped usa contra el Coronavirus, destacando el papel de la entrada viral, los PRR críticos y las vías de señalización, la producción de citoquinas y la muerte celular, así como la inmunidad viral.
El estudio fue coordinada por el Instituto Humanitas y el Hospital San Raffaele de Milán, y también participaron la Toscana Life Science Foundation, el Instituto de Investigación en Biomedicina de Bellinzona y Universidad Queen Mary de Londres.

La inmunidad innata es laprimera línea de defensa contra virus, bacterias y demás. El texto mostró la relevancia de la inmunidad innata, que se genera desde que somos chicos. Dentro de la inmunidad innata, se encuentra la lectina de unión a manosa (MBL, por sus siglas en inglés), que forma parte de los denominados "ancestros funcionales de los anticuerpos".
Una comprensión más detallada de la respuesta inmune innata al Covid-19 puede ayudar a optimizar las respuestas antivirales y evitar complicaciones que afecten a múltiples sistemas de órganos, según determinaron los autores.
Además, indicaron que otra ventaja de enfocarse en la inmunidad innata como estrategia de tratamiento es que se minimiza la probabilidad de evolución viral y, por lo tanto, los riesgos de aparición de variantes (como la Ómicron)y resistencia siguen siendo bajos.
Mientras tanto, los autores enfatizaron que en el contexto de un número creciente de casos pediátricos, las respuestas inmunes en esta población deben ser estudiadas. Una comprensión más profunda de la inmunidad innata al Covid-19 puede ayudar a mitigar enfermedades graves, proporcionar tratamientos más nuevos e identificar contramedidas para prevenir más variantes de preocupación y futuras pandemias.












