El senderismo, una actividad al alcance de todos, es una práctica poderosa que favorece la salud integral. Más allá de ser un simple pasatiempo, caminar por senderos naturales ofrece beneficios tanto para el cuerpo como para el cerebro.
Esta práctica, que combina ejercicio físicocon conexión con la naturaleza, promete mejorar nuestra calidad de vida de maneras sorprendentes. Conocé los beneficios para el cuerpocomo para el cerebro de practicar senderismo.
Beneficios de practicar senderismo para el cuerpo
El senderismo ofrece numerosos beneficios para la salud física, principalmente al mejorar la salud cardiovascular y respiratoria, según la palabra de Alyson Chun, subdirectora de los programas de Deportes de Aventura y Recreación de la Universidad de Stanford, a National Geographic.
Esta actividad fortalece el corazón y los pulmones, haciendo que el corazón bombee sangre de manera más eficiente y reduciendo la presión arterial. Entre los principales beneficios se encuentran:
¿Cuáles son los beneficios para el cerebro de practicar senderismo?
El senderismo también tiene un impacto positivo significativo en la salud mental. Caminar por la naturaleza ofrece numerosos beneficios para el cerebro, entre los que se incluyen la reducción del estrés y la mejora del bienestar general.
Una caminata de solo 30 minutos puede reducir las hormonas del estrés hasta en un 28%, y el senderismo regular mejora parámetros fisiológicos asociados al estrés, como la variabilidad de la frecuencia cardíaca y los niveles de cortisol.
Esta actividad también ayuda a disminuir la ansiedad y la depresión, mientras potencia la cognición, la memoria y la capacidad de resolución de problemas.
El senderismo obliga al cerebro a mantener una atención constante al procesar un entorno visual cambiante, ayudando al lóbulo frontal a identificar y evitar posibles peligros como tropiezos y resbalones. Además, este ejercicio estimula la neuroplasticidad, que es la capacidad del cerebro para reorganizarse y formar nuevas conexiones, un proceso crucial para el aprendizaje y el desarrollo a lo largo de la vida.
Hacer senderismo en compañía puede mejorar la vida social, reduciendo la sensación de soledad y aislamiento. La exposición a la naturaleza, combinada con el ejercicio, también eleva el estado de ánimo y promueve una sensación general de bienestar.