

La elección del Papa León XIV ha generado un inusual revuelo tecnológico, marcando un nuevo capítulo para la Iglesia Católica. Desde su primera aparición pública, el detalle que más ha captado la atención no ha sido un gesto litúrgico, sino el discreto brillo de un Apple Watch bajo su sotana.
Con un precio que supera los 200 euros y equipado con funciones avanzadas de salud, este reloj inteligente se ha convertido en un inesperado aliado para el bienestar del pontífice de 69 años.
Un dato que muchos no pasan por alto es que Prevost eligió el nombre de León XIV justo cuando el mundo atraviesa una nueva "revolución industrial", marcada por la irrupción de la inteligencia artificial en la vida cotidiana.
La primera vez que Robert Francis Prevost salió al balcón de la Basílica de San Pedro en el Vaticano, lucía un reloj convencional. Sin embargo, en su primera Santa Misa, el que asomaba discretamente bajo la manga de su impecable sotana blanca era un Apple Watch, con su característica Corona Digital.
El reloj inteligente que sostiene al Papa León XIV y su alto costo
Esta joya digital tiene un costo superior a 200 euros y algunos modelos alcanzan hasta los 800 euros. Estos últimos se distinguen por ofrecer funciones avanzadas, como la sincronización con otros dispositivos de Apple (iPhone, iPad, Mac y AirPods).
El dispositivo también cuenta con un modo deportivo que se adapta perfectamente a León XIV, quien ha manifestado su afición por el tenis.

Gracias a esta función, es posible registrar actividades como caminatas, carreras, ciclismo o natación, además de proporcionar compatibilidad con rutinas de entrenamiento personalizadas.
Asimismo, incluye funciones relacionadas con la salud y bienestar, especialmente beneficiosas para una persona de 69 años, como es el caso del nuevo Papa.
Funciones del smartwatch del Papa León XIV
Ciertos modelos de Apple Watch incorporan una función de electrocardiograma (ECG) que notifica al usuario en caso de detectar un ritmo cardíaco irregular. Se trata de una herramienta fundamental que puede asistir a personas de edad avanzada a identificar problemas de salud y actuar con prontitud.
A esto se suma un sensor de oxígeno en sangre (SpO2), que utiliza tecnología de pulsioximetría mediante luz. En condiciones óptimas, los niveles de oxígeno en un individuo sano deberían oscilar entre el 95% y el 100%, según indican los especialistas.












