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Un equipo de arqueólogos encontró un detalle increíble en el yacimiento del Roc de les Orenetes en Girona. En una sepultura de más de 4000 años encontraron una punta de flecha incrustada en una costilla humana.
La escena contada así no parece mucho, pero esta es una prueba directa de la violencia interpersonal en la prehistoria. Qué esconde este descubrimiento arqueológico.
El descubrimiento que reescribe la historia
La cavidad sepulcral donde se encontró el proyectil está situada a 1.900 metros de altitud en los Pirineos orientales. Allí se recuperaron restos óseos de al menos cinco individuos.
Uno de ellos presentaba una fractura en la costilla derecha con una punta de flecha que aún se conservaba dentro del hueso.
El análisis forense reveló que la flecha fue disparada desde atrás, atravesando tejidos blandos antes de impactar en el hueso, lo que sugiere un ataque directo y posiblemente mortal.
Una escena de violencia prehistórica: el descubrimiento que revela la cultura de hace miles de años
El proyectil, fabricado en sílex de alta calidad, fue cuidadosamente tallado y muestra signos de haber sido disparado con fuerza.
La trayectoria indica que el atacante se encontraba detrás de la víctima, lo que podría implicar una emboscada o un ataque por sorpresa. Este tipo de evidencia directa de violencia es extremadamente rara en contextos arqueológicos tan antiguos.
Un hallazgo como este sugiere que los conflictos violentos ya formaban parte de las dinámicas sociales de estas comunidades.

Un yacimiento clave para la arqueología
El Roc de les Orenetes es un yacimiento de gran valor arqueológico, ya que combina restos humanos, materiales líticos y estructuras funerarias en un entorno de alta montaña.
El equipo del IPHES-CERCA, liderado por Maria D. Guillén, destaca la importancia del hallazgo no solo por su excepcionalidad, sino por la posibilidad de reconstruir con precisión un episodio de violencia ocurrido hace más de cuatro milenios.















