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Especialistas insisten en que nunca es tarde para abandonar el tabaco. Dejar de fumar antes de los 50 puede mejorar la salud cardiovascular, reducir el colesterol y prevenir infartos.

Aunque muchas personas creen que después de los 50 ya es tarde para cambiar hábitos, los médicos coinciden en algo clave: dejar de fumar, incluso a esa edad, puede generar mejoras rápidas y duraderas en la salud. El corazón, las arterias y los niveles de colesterol son los primeros en notarlo.

Fumar después de los 50: un combo peligroso

El cigarrillo sigue siendo una de las principales causas de enfermedades cardiovasculares. Su humo contiene más de 7.000 sustancias químicas que dañan las arterias, suben la presión y aceleran el corazón.

A esto se suma el desgaste natural del cuerpo con la edad: arterias más rígidas, menor elasticidad y colesterol "malo" (LDL) en aumento. Esa combinación, según los cardiólogos, aumenta el riesgo de infartos y ACV.

El colesterol y el cigarrillo: una relación tóxica

Uno de los efectos menos conocidos del tabaco es su impacto directo sobre el perfil lipídico. Fumar reduce el colesterol "bueno" (HDL), que es el que limpia las arterias, y aumenta el colesterol "malo" (LDL), que forma placas. Esa doble acción dispara el riesgo de obstrucciones.

¿Qué pasa en el cuerpo al dejar de fumar?

Los beneficios arrancan apenas se apaga el último cigarrillo:

  • En 24 horas: baja el monóxido de carbono en sangre y mejora la oxigenación.

  • En 1 año: el riesgo de enfermedad coronaria se reduce a la mitad.

  • En 5 años: el riesgo de ACV se iguala al de un no fumador.

  • En 10 a 15 años: el cuerpo recupera parámetros similares a los de una persona que nunca fumó.

También mejora el colesterol y la inflamación

Estudios recientes muestran que al dejar de fumar, el HDL puede subir hasta un 10% en semanas.

Además, bajan los triglicéridos, mejora la sensibilidad a la insulina y disminuyen los niveles de proteína C reactiva (PCR), un marcador clave de inflamación crónica.

Claves para dejar de fumar después de los 50

  • Consultar con un médico para una estrategia personalizada.

  • Usar terapias de reemplazo de nicotina o medicación.

  • Buscar apoyo psicológico o grupos de acompañamiento.

  • Cambiar el estilo de vida: moverse más, comer mejor y aprender a relajarse.

Dejar el cigarrillo antes de los 50 no solo previene enfermedades, sino que mejora notablemente la calidad de vida. El cuerpo tiene una capacidad increíble de recuperarse, y cuanto antes se tome la decisión, mayores serán los beneficios.