A ningún restaurant le gusta hacer esperar a sus clientes, especialmente si son ricos y poderosos.

Pero los restaurateurs se regocijan al ver a los ejecutivos hacer fila a las 8:30 hs para dar inicio a sus desayunos de trabajo. Estos encuentros eran un ritual que desapareció con los recortes de gastos que hicieron las empresas durante los últimos dos años.

Los lugares top de Nueva York para estos encuentros de mañana –540 Park en el Regency Hotel, Jean Georges en Trump International y Michael’s– están otra vez llenos de altos ejecutivos que sellan deals.

Las reservas de mesas para desayunos subieron 40% respecto del año pasado, afirman los gerentes.

Y si bien nadie tiene un índice confiable de la relación entre los huevos revueltos y la colocación de acciones, los encargados de los restaurantes interpretan que este aumento de la actividad tiene un significado para la economía. “La gente está más optimista en lo que se refiere a los negocios , afirma Roe Bianco, la gerente de 540 Park. “Hay personas que están viniendo otra vez todos los días y también veo caras nuevas , agregó.

El restaurante está atendiendo cerca de 200 comensales todas las mañanas de días hábiles, comparado con los 160 que desayunaban en esta época el año pasado. La cola empieza a formarse a las 8:15 hs.

Philippe Vongerichten, gerente general de Jean Georges, dice que nota una diferencia entre los grupos que concurren al restaurante hoy y los de hace unos años. Ya no hay más meses de 10 o 20 personas, como en los noventa.

“Ahora tenemos grupos más chicos de cuatro a ocho personas, compuestos sólo de máximos ejecutivos de empresas , dice. “No sé si están viendo dinero, pero cuando vienen parece que estuvieran trayendo sólo a las personas más importantes .

Si bien podría ser riesgoso hacerlos esperar por una mesa para el desayuno, Bianco, la gerente de 540 Park, asegura que sus clientes descubrieron que hacer fila tiene sus ventajas: es una oportunidad para hacer relaciones.