

La máxima autoridad agrícola de Europa hizo un llamado a redistribuir los subsidios agrícolas del bloque europeo, diciendo que las amplias desigualdades en el actual sistema no lo hacen creíble por más tiempo.
Entre las modificaciones sugeridas por Dacian Ciolos, el comisionado de Agricultura de la Unión Europea, está aplicar un límite en los pagos de subsidios directos para los mayores propietarios de tierras europeos, una política que ha sido rechazada en el pasado por el Reino Unido. “Ahora hay grandes diferencias que no son justificadas, incluso dentro de un estado miembro o región , aseguró Ciolos.
Sus comentarios probablemente molesten a los agricultores de Francia, el mayor receptor de los pagos directos, mientras que alentaría a los de Europa central y del este, que están solicitando una mayor participación en el pozo desde que se incorporaron a la UE en 2004.
Las observaciones de Ciolos, junto con un informe, marcan el lanzamiento formal del debate sobre cómo reformar la Política Agrícola Común (PAC). Los 55.000 millones de euros en subsidios forman la mayor parte -y la más polémica- del presupuesto de la Unión Europea.
Además de pedir una distribución más justa de los fondos del PAC, el comisionado argumenta que los pagos deberían estar cada vez más atados a la voluntad de los agricultores para cumplir los estándares ambientales.
La sugerencia provocó una dura respuesta de Copa-Cogeca, el mayor grupo agrícola de lobby de Europa, que alega que minará la competitividad de sus miembros.
“Los agricultores ya están perdiendo participación en los mercados al cumplir los estándares más altos en el mundo , dijo Padraig Walshe, el presidente del grupo. Otros observadores creen que es imposible juzgar qué tan lejos Ciolos intenta llegar sin cifras concretas, que es lo que le falta al informe. Se espera que las cifras aparezcan en una propuesta formal en junio.
Otra pieza clave del rompecabezas será el debate paralelo sobre el presupuesto para la UE 2014-20. Francia y España y otros beneficiarios han indicado que el programa es vital para garantizar la seguridad de alimentos en Europa y mantener sus comunidades rurales.










