No los une el amor, sino el espanto por los organismos multilaterales, al menos como funcionan hasta ahora. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, se reunieron ayer por más de una hora para analizar el impacto de la crisis global en los distintos países, incluyendo la Argentina.

“Estuvimos hablando de la crisis global y de cómo algunos de estos cambios pueden afectar a la Argentina , resaltó Stiglitz tras el encuentro en diálogo con la prensa argentina presente. “Es importante que cuando el FMI promueva su dinero no lo haga con las condicionalidades que impuso en Asia del Este y en Latinoamérica, las cuales fueron muy contraproducente , dijo el Nobel y uno de los economistas más influyentes.

También agregó que “estuvimos analizando el proceso por el cual muchos países emergentes lograron reducir su deuda y tratamos los mecanismos para que estos mismos países no vuelvan a endeudarse .

La perspectiva de Stiglitz para los próximos años es lo que denomina como “malestar japonés , un crecimiento cercano a cero, sin depresión pero con un fuerte malestar social. Esto tendrá repercusión en el resto del mundo, aunque el motor económico global será remplazado por Asia, dejando en una muy buena posición de los exportadores de materias primas. El premio Nobel también resaltó la importancia de la estabilidad del sistema bancario en la Argentina y dijo que los Estados Unidos deberían imitar muchas de las cosas que se hicieron en el país tras la crisis de 2001.

“Varios millones de personas perdieron su casa y su empleo. No se hizo una reestructuración global de las deudas hipotecarias, en gran medida porque los bancos no quisieron. El Gobierno hizo algunas cosas pero no fueron suficientes. Hay que hacer un plan global como el de la Argentina , aseguró el economista.

Según dijo, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial responden a los bancos centrales de cada país y a los ministerios de Hacienda, y por la presión de los grandes bancos no se hicieron más reformas en los organismos multilaterales.

“Muchos países en desarrollo que entraron en crisis hicieron mejor trabajo que los Estados Unidos en regular su sistema bancario. Me preocupa que a un año después del quiebre de Lehman Brothers se hizo muy poco en materia de regulación a los bancos, y salvar a los grandes bancos le está costando mucho a los contribuyentes de Estados Unidos , comentó Stiglitz.

La reunión fue de intercambio, no sólo en los comentarios, sino en las necesidades. Argentina tiene la necesidad de encontrar voces reconocidas internacionalmente que apoyen la postura intervencionista. Mientras que Stiglitz pretende que sus consejos sean escuchados por los líderes globales. A pesar de su fama, al igual que sucede con Paul Krugman, la Administración Obama no lo ha incluido entre los economistas que efectivamente toman las decisiones, a diferencia de lo que ocurrió con Lawrence Summers, una de las estrellas de su gabinete.