La mayoría de las piezas llaves del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva tienen grandes chances de permanecer en una eventual gestión de Dilma Rousseff, candidata del Partido de los Trabajadores (PT), aunque en cargos diferentes. Los partidos aliados mantendrán la proporcionalidad que tuvieron en la actual administración, a pesar de que el Partido Socialista Brasileño (PSB) puede ganar más espacio por su desempeño electoral. Actualmente, la agrupación posee apenas dos ministerios (Ciencia y Tecnología y la Secretaría Especial de los Puertos). Los principales cargos los mantendrá el PT, que hoy posee 17 de las 37 carteras. El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que cuenta con seis ministerios y la presidencia del Banco Central (BC), también mantendrá sus espacios.

Rousseff mantendrá los criterios que siguió Lula para formar su gabinete, consolidando la idea de continuidad, una especie de tercer mandato consecutivo del PT. El núcleo que toma las decisiones en el gobierno seguirá siendo esencialmente petista y el PMDB mantendrá el control del área de infraestructura.

Rousseff abrigará en su gabinete representantes de los principales sectores económicos del país, mantendrá la tensión existente entre un Banco Central ortodoxo y un ministerio de Economía desarrollista, pero con una diferencia en relación a los últimos dos años del gobierno de Lula: habrá control de gastos públicos para un aumento efectivo del superávit primario, con el propósito de reducir la deuda líquida para menos del 30% del Producto Bruto Interno (PBI) hasta 2014 y favorecer la reducción de la tasa básica de interés (Selic) a niveles internacionales.

También siguiendo el ejemplo de Lula, la tendencia es que los sectores que están más a la izquierda sigan conduciendo temas como derechos humanos y reforma agraria. A su vez, el PMDB, tendrá atención de acuerdo a la fuerza de cada uno de sus caciques regionales.

En el gobierno de Lula, el PMDB controla el BC y seis ministerios -Agricultura, Defensa, Integración Nacional, Minas y Energía, Salud y Comunicaciones-. Peros sus líderes consideran que apenas cuatro cargos los representan, porque creen que Nelson Jobim (Defensa), José Gomes Temporao (Salud) y Henrique Meirelles (BC) pertenecen al entorno de Lula.

Ese cuestionamiento se repetiría.. La candidata del PT pretende mantener a Jobim en Defensa y probablemente desplace a Meirelles a un ministerio del área de infraestructura, probablemente Transportes. Una de las ideas en estudio es unificar ese ministerio con áreas que están dispersas, como puertos, infraestructura y transporte urbano.

Meirelles contará con el apoyo para el nuevo cargo del diputado Michel Temer, presidente del PMDB y candidato a vice en la fórmula que encabeza Rousseff.

Para el lugar de Meirelles en el BC, lo más probable es que Rousseff opte por una solución interna. De la actual dirección, el más cotizado para asumir la presidencia es Alexandre Tombini, director de Normas de la institución monetaria.

Una de las dificultades de Dilma está en el ministerio de Economía. La candidata preferiría colocar en ese puesto a Luciano Coutinho, presidente del Banco de Desarrollo Económico y Social (BNDES) y quién fuera su profesor en la Unicamp, pero el actual ministro, Guido Mantega, con quién mantiene una buena relación, quiere permanecer en el cargo. Personas cercanas a Rousseff aseguran que si Lula le pide la continuidad de Mantega, ella se sentiría incómoda para sustituirlo.

El programa económico de la candidata del PT prevé, además de equilibrio fiscal con la contención de los gastos corrientes por debajo de la evolución del PBI, el aumento de las inversiones públicas y la creación de mecanismos para estimular el financiamiento de largo plazo.