

Históricamente, en público y privado, desde sectores políticos y financieros se repite un discurso de promesa de apoyo al pequeño y mediano empresario y emprendedor. En el último año, y con mayor fuerza desde la explosión de la crisis financiera mundial, el Gobierno anunció medidas para proteger a los sectores más sensibles (textil, autopartista y electromecánico) estableciendo precios de referencia para la importación de más de un centenar de productos. Y en los primeros meses del año, el Poder Ejecutivo, junto a la banca pública, publicitaban líneas de créditos blandos para la adquisición de bienes de capital. Los inversores privados no esquivan el tema charlas de café, enfatizando que el planeta entrepreneur local goza de un enorme potencial. Pero este mix de anuncios y buenos deseos pocas veces llegó a la oficina de las pymes, sector que ha dinamizado el crecimiento de la economía pos devaluación, reinvierte un gran porcentaje de sus utilidades, y genera más del 70% de los puestos de trabajo.
Los propios empresarios afirman que ninguno de estos anuncios alivió la situación de su empresa, todo lo contrario. En el último encuentro federal “Emprender 2008 , organizado en Córdoba el mes pasado por la Federación Argentina de Jóvenes Empresarios (Fedaje), la rama juvenil de CAME reunió a más de 1.500 emprendedores de todo el país, ejecutivos de todas las edades y sectores que no ocultaron su enorme preocupación por la situación de sus compañías. Allí, no fueron pocos los que coincidieron en asociar la actividad emprendedora de estos tiempos a un deporte de alto riesgo.
Temor e incertidumbre
En el evento, dominado por ejecutivos de 24 a 35 años, definidos como los “líderes del futuro , El Cronista reunió en una mesa redonda a cinco emprendedores de distintos sectores (ocupan los principales puestos dirigenciales de la Federación juvenil) y no disimularon el escenario de temor e incertidumbre que el momento del país les provoca. Antes de analizar las situaciones particulares de los empresarios que manejan desde compañías especializadas en marketing al rubro metalmecánico, son contundentes las coincidencias que retumbaron en el lobby del hotel donde se realizó el evento. Ante la consulta sobre qué se siente ser emprendedor en la Argentina 2008 y qué esperan a corto plazo, los ejecutivos indican que es un momento sólo para sostenerse, una dura afirmación teniendo en cuenta las proyecciones de crecimiento de hasta dos dígitos que avizoraban hasta mediados del año pasado. Otra fuerte frase nació de esa mesa redonda: “No desconocemos el crecimiento que se registró en los últimos cinco años, pero no
existió desarrollo y es lo que necesitamos. El país trastabilla y nos caemos , afirmó Martín Trubycz, presidente de Fedaje.
Los ejecutivos sostuvieron también que ser emprendedor es un gran desafío y riesgo, dada la inestabilidad financiera mundial. “Como es muy difícil pensar a largo plazo, siempre estás con miedo a que te tumben en cualquier momento , dice Javier Cracco, productor agropecuario de Río Tercero. A la hora de subrayar otras preocupaciones, apuntan a la búsqueda de socios en lugar de inversores, ya que generan mayor confianza.
Idénticos problemas
En la charla, cada uno de los jóvenes empresarios comentó cómo enfrenta este año y qué proyecta en el corto plazo. Tomó la palabra Martín Trubycz, presidente de Fedaje y dueño de ExitComposites, dedicada a la producción y comercialización de productos en materiales compuestos y que se especializa en fibra de carbono. Con 31 años de vida y dos de empresario, destaca que el negocio nació por una oportunidad real. “Los emprendimientos que surgen por necesidad son los más difíciles de mantener. Tienen que tener la capacidad de dar empleo, de invertir. Por suerte, con la proliferación de las universidades, el emprendedor se está profesionalizando, incorpora conocimientos técnicos. Se está trabajando mejor en cuanto a la sustentabilidad del emprendimiento. Pero somos una empresa joven y estamos más expuestos a variables macroeconómicas , asegura Trubycz, quien focaliza su preocupación en la ausencia de políticas gubernamentales que fomenten nuevos negocios. “Suelo escuchar que aumentó la oferta de crédito, pero acceder al mismo es casi imposible. Me han pedido propiedades como garantía, pero soy joven y no las tengo , enfatiza. Ahora, la firma está buscando un socio inversor para expandirse en la región. “Necesitamos u$s 600.000; pero el crédito está para los que no lo necesitan , remata.
Javier Cracco es un productor agropecuario de Río Tercero por tradición familiar y comerciante (dueño de un sex shop) hace un año y medio, por necesidad. “La falta de rentabilidad del campo en el último año me llevó a incursionar en el sector comercial. Me preocupa el aumento incesante de costos. Por eso busqué otros rumbos , indica. “En Río Tercero la caída de producción llegó a 80% antes del voto no positivo de Cobos. Ahora no podemos programar la siembra, ya que los costos varían cada semana , sentencia.
“Transitamos momentos de mucha cautela y no estoy muy motivado. Pero tampoco es bueno quedarse quieto, la experiencia me demostró que no sirve. La clave es reinvertir las utilidades posibles. Por eso estoy pensando en abrir un negocio vinculado al agro en San Luis, una provincia con un gran potencial. Estoy buscando alrededor de $ 500.000 para poder llevar adelante el proyecto, anticipa.
Nicolás Morelli, con 24 años, es el más joven de la Federación, y ocupa la secretaría general. Fundó hace tres años MKT Consulting, una consultora orientada a desarrollar estrategias comerciales. “Al ser una empresa de servicios, tenemos otro ciclo de producción. Cuando vendo es ahí donde empiezo a adquirir los insumos. Esas variables se actualizan en ese momento. El mayor costo es de empleados. Hoy en día el emprendedor debe crear el contexto; el momento ideal nunca existe , asegura sonriente.
Pero donde Morelli arrancará más sonrisas nerviosas entre sus colegas es cuando enfatiza que le gusta y motiva la incertidumbre porque, a su entender, se pueden encontrar soluciones más creativas. Antes de que el más joven termine de fundamentar su idea, el productor agropecuario lo desafía a intercambiar negocios. Cracco se toma la cabeza cuando escucha la afirmación de Morelli, pero la asocia a la corta trayectoria del especialista en marketing.
Verónica Serra, abogada y dueña junto a sus dos hermanos de Metalúrgica Río III, destaca que su principal preocupación es la incertidumbre macro del país, pero subraya que seguirá comprometida con el proyecto. “Para no llegar a cuellos de botella apuntamos a cuidar al máximo al personal, ya que es muy difícil conseguir trabajo calificado, y este rubro lo exige , reconoce.
También desnuda una debilidad de la firma, quizás incluso estimulada por los ideales familiares. “Nuestra principal falla puede ser la falta de conocimiento a la hora de negociar con inversores. Incorporar a alguien externo es un paso que no podemos dar, tenemos miedo, ya que no estamos acostumbrados a tomar decisiones con terceros. Un poco nos estamos autolimitando, pero es así nuestra cultura , asegura la empresaria.
El último integrante de la mesa, Mauro González, vicepresidente de Fedaje, está al frente de Innova Uniformes, empresa que se dedica a la confección de ropa de trabajo y elementos de seguridad. “Trabajaba en una casa de repuestos con mi padre, pero no era rentable. Por eso decidí lanzarme solo. La gente quería hacer publicidad en remeras. Pero para un comercio, era imposible. Entonces busqué complementarlo con diseño gráfico, ploteado, hasta llegar a los uniformes , rememora. González destaca que inició el negocio como una necesidad, aunque siempre lo asoció a una vocación. “Salimos este año a buscar crédito para la adquisición de materias primas, pero cuando me comunicaron que la tasa oscilaba el 40%, no continué. Vendí un terreno personal para inyectar el dinero en la empresa y por suerte en tres meses la recuperé , sintetiza.










