En un contexto de ola estatizadora que empezó a mostrar el Gobierno en los últimos meses, con Aerolíneas Argentinas, los fondos de las AFJP, y rumores que también vinculan a las Aseguradoras del Riesgo del Trabajo (ART) como nueva conquista, la provincia del Chaco, comandada por Jorge Capitanich, continúa apostando a la asociación con capitales privados para revivir la aerolínea provincial, que fue emblema en los ’70 y 80’ en la región del noreste, pero que terminó quebrando a mediados de los ’90. La empresa Mac Air Jet, que pertenece al Grupo Socma de Franco Macri, inyectó u$s 3 millones para que Aerochaco retome sus frecuencias a partir del 30 de noviembre, en principio con dos vuelos diarios de Buenos Aires a Resistencia.

Según Capitanich el proyecto también apunta a interconectar la provincia en forma horizontal y vertical con el resto del país, sobre todo las provincias vecinas, sin transitar por Aeroparque; para llegar, en una segunda etapa, a los países del Mercosur. Por tal motivo, a fin de mes la línea aérea unirá Resistencia-Aeroparque y Resistencia-Roque Sáenz Peña (la segunda ciudad más importante de la provincia), para luego avanzar hacia Resistencia-San Pablo, y Resistencia-Antofagasta, en Chile, con escala en Salta. El plan contempla, además, unir la capital chaqueña con Formosa, Iguazú, Jujuy, Córdoba, Rosario y Tucumán.

Mac Air Jet, históricamente especializada en el negocio de carga y transporte, tiene actualmente 12 aviones operativos. En la primera etapa, destinará a Aerochaco dos MD-87 para los servicios a Buenos Aires y los vuelos regionales y tres JS-32 (de mayor porte) para las conexiones locales transversales. Como sucede con otras aerolíneas, la firma del Grupo Macri gozará de una garantía de ocupación por parte de la provincia. Es decir que cuando un vuelo no alcance un determinado nivel de ventas recibirá un subsidio (aportado por el Estado local) hasta completarlo.