

Los rumores de embargo de los pagos futuros de la Argentina, que fueron desmentidos por la Justicia estadounidense y que además no tienen sustento técnico aparente, esconden una verdadera nube negra que se gestó por estos días en Wall Street: la incertidumbre de cómo hará el Gobierno para controlar la inflación y no perder el rumbo económico.
El cimbronazo se sintió fuerte el lunes, pero el mal ambiente se viene arrastrando hace ya dos semanas. Pese a que ayer volvió la calma, las caídas de 2,4% en promedio de los bonos del mercado del lunes resultaron una alerta. La ola de rumores que tiró abajo los bonos argentinos comenzó en el mercado de credit default swap, en el cual se transan los seguros de cobertura por riesgo de default de los títulos performing (los del canje y los que el Gobierno decidió continuar pagando).
El cambio del equipo económico y la falta de claridad y decisión en algunos aspectos de la política económica fueron los determinantes de que muchos bonistas salieran a resguardarse solicitando cobertura por los títulos argentinos. Este temor se reflejó en los precios que se pagan por este tipo de seguros. Mientras que el viernes el spread era de 80 puntos básicos, entre el lunes y ayer cerró en 200 puntos básicos, cuando el spread de los bonos brasileños se mantuvo casi sin cambios en un nivel cercano a los 40 puntos.
Los analistas consultados coincidieron el revuelo que derivó en el rumor de un embargo infundado es la incertidumbre reinante. “Ya se está proyectando un 2% de inflación para enero y con los acuerdos sectoriales solamente no alcanza , opinó un operador.
El viaje a Nueva York del ministro de Planificación, Julio de Vido, no tranquilizó a los analistas en los aspectos económicos. Aún hay muchas dudas que evacuar además de la inflación En el paquete incluyen la relación con el FMI y la política monetaria, entre las más salientes.
En tanto, desde el juzgado de Thomas Griesa desmintieron que esté en carpeta algún embargo.
Por otra parte, a nivel técnico, los abogados locales no ven posibilidades de que ocurra el embargo a los pagos de la Argentina, teniendo en cuenta la ingeniería financiera de los fideicomisos que efectuó la Argentina para desembolsarle el dinero a los acreedores.
“La posibilidad de embargar son nulas en orden a aquellos cupones cuyos pagos quedarán dentro del país, sin importar qué jurisdicción poseen , considera el abogado Osvaldo Prato.
Prato ve que “aún si la orden de un juez proviene del exterior, su sentencia no es aplicable automáticamente en la Argentina ya que el país la honrará siempre y cuando no colisione leyes argentinas , y consideró que “la ley 24.624 no permite trabar ningún embargo a priori.
Otro abogado que prefirió el anonimato coincide con Prato, “es casi imposible embargar esos cupones; es muy costoso y difícil probar que hay terceros que tienen en su poder dinero de la Argentina para pagarle a los acreedores. La demanda puede volverse un boomerang , explicó, recordando cómo se fueron desarrollando los juicios de Griesa desde el default.










