

Si alguien compra una casa en el centro de Londres, valuada en más de 2 millones de libras, lo más probable es que sea un extranjero, señal de que la capital de Inglaterra se convirtió en la más cosmopolita del mundo, en términos de la propiedad.
Más del 51% de las residencias de más de u$s 3,8 millones vendidas el año pasado pasaron a manos de personas provenientes de Rusia, Medio Oriente y otros países, según cifras de agentes inmobiliarios.
En Nueva York, los dueños extranjeros representan 34% de las ventas del mercado residencial, superando a París, donde la cifra baja a 27%. En Hong Kong y Sydney, los propietarios foráneos adquieren 13% y 9% de las propiedades de lujo, respectivamente.










