Desde Brad Pitt, que arrasa las pantallas de los cines como Aquiles en el filme Troya, hasta Colin Farrell como protagonista de Alejandro el Grande en la película que se viene, los Juegos Olímpicos de agosto en Atenas y el libro Faces of Sport del modisto italiano Giorgio Armani, parece que todos estuvieran listos para darle vía libre a la Grecia antigua que tienen dentro.

Después de “dos décadas de estancamiento , dice Sandyu Tsantaki, de la revista Vogue Grecia, los diseñadores griegos están otra vez de moda. En el centro de todos ellos está, por supuesto, Sophia Kokosalaki, la ateniense que reside en Londres que está diseñando la ropa para las ceremonias de apertura y cierre de los Juegos Olímpicos.

No es la primera vez que un nombre griego se destaca en el mundo de la moda. Jean Desses ayudó a darle forma a los refinados años cincuenta, Yiannis Tseklenis aprovechó los setenta, Nikos atrajo la atención de los medios de comunicación en los ochenta y, a fines del siglo causaron revuelo diseñadores griego-americanos como John Varvatos, el rey de la ropa de hombre, y Peter Speliopoulos, el director de diseño de Donna Karan. Ahora siguiendo los pasos de Kokosalaki, una generación entera está esperando tomar su lugar.

“El estilo griego siempre ha sido una fuente de inspiración , dice Vasso Konsola. Sin embargo, esta generación de diseñadores es distinta. Ella, por ejemplo, crea sus prendas directamente sobre un manequín, sin molde, lo que convierte su trabajo en obras únicas. Sus vestidos en colores naturales pueden usarse de distintas maneras, ya que el toque final lo deja para el cliente. “Siguen la filosofía de las prendas griegas antiguas, donde el cuerpo está libre y no encerrado , explicó.