

Cuando Abu Dhabi anunció sus planes para desarrollar la ciudad más limpia del mundo sin emanaciones de carbono, el proyecto pasó a encabezar la lista de megaemprendimientos de alto perfil que surgieron durante los años de auge en el Golfo árabe. Dado que se trata de una nación que es uno de los principales exportadores de petróleo y uno de los mayores infractores por sus emanaciones de carbono, el proyecto Masdar, de u$s 22.000 millones, causó tanto asombro como elogios desde todas partes del mundo.
Pero dos años después de comenzada la construcción de la ciudad, crecen las dudas sobre el avance y la sustentabilidad del proyecto, en medio de suspensiones y rumores sobre si el desarrollo seguirá adelante tal como fue concebido.
Los responsables del proyecto Masdar reconocen que algunos problemas han sido superiores a lo previsto, pero insisten en que no disminuyó el compromiso de construir la ciudad.
Masdar actualmente está realizando una revisión del proyecto general, centrándose en su crítica primera etapa que se supone estará finalizada en 2016. El estudio abarcará todo, desde la planificación urbana y su diseño hasta la tecnología y el sistema de transporte que empleará la ciudad.
“La revisión que pedimos es necesaria y se está haciendo a tiempo, aseguró el Sultán Al Jaber, CEO de Masdar. “Pero el proyecto Masdar sigue siendo el mismo... bajo ninguna circunstancia lo estamos agrandando o achicando, aseguró.










