

El presidente de una de las compañías de juguetes más grandes del mundo instó a los reguladores a adoptar estándares de seguridad comunes para todo el mundo, en un momento en que la la industria se recupera de la crisis sufrida el año pasado por denuncias relacionadas con los riesgos que presentan sus productos.
Estados Unidos, la Unión Europea y otras jurisdicciones imponen, cada una por su cuenta, regímenes de seguridad que pueden obligar a las compañías de juguetes y a sus proveedores, en su mayoría chinos, a adoptar diferentes procesos de testeo y hasta distintos procesos de manufactura para cada mercado de destino. Los estándares pueden llegar a variar, incluso, dentro de los distintos estados de EE.UU.
“¿Por qué no podemos contar con un estándar de seguridad para los juguetes? Si tuviéramos un estándar único para todo el mundo, todos se alegrarían, porque estamos muy confundidos ahora y el costo es enorme , dijo el presidente de la compañía estadounidense Hasbro, Alan Hassenfeld, la semana pasada, en el cierre de la Feria de Juguetes y Juegos de Hong Kong. Este es el primero de los tres eventos del sector a realizarse próximamente que pondrán a prueba la capacidad de la industria de capear los escándalos del año pasado, que involucraron el retiro del mercado de millones de juguetes fabricados por firmas subcontratadas en China.
Los casos que tuvieron mayor difusión estuvieron relacionados con el uso de sustancias tóxicas, como la pintura con plomo, y con fallas del diseño de los juguetes.










