

Desde Roma, el empresario italo-argentino Franco Macri se mostró en contra de la posibilidad de que el BBVA lance una Oferta Pública de Adquisición (OPA) por la totalidad accionaria de la Banca Nazionale del Lavoro. “Sigo defendiendo la italianidad de la BNL. Mi opinión es que los bancos italianos deben ser italianos, tanto para quienes viven en el país como para las colectividades en el exterior , aseguró el empresario que es accionario de la entidad, con una participación del 1,9%. “No tengo ninguna intención de cambiar de posición , agregó.
Las declaraciones fueron realizadas al término de una reunión con Avishay Braverman, el Presidente de la Universidad Ben Gurión del Neguev.
Al tomar esa postura, Macri deja en claro su intención de que los accionistas que están enfrentados al grupo encabezado por el BBVA tomen el control de la entidad. Y estas declaraciones, sumadas a la cercana relación que une a Macri con el constructor Francesco Gaetano Caltagirone (quien lidera el grupo de accionistas del contrapacto que suman un 23,20% de las acciones), alimentan las versiones de que la BNL decida no desprenderse de su filial argentina, sino dejarla en manos de Macri. Claro que esto podría suceder sólo en el caso de que se rechace la oferta hecha por el BBVA, ya que de concretarse la OPA el control de la BNL seguirá en manos de quienes hoy comandan la entidad, los mismos que meses atrás firmaron un preacuerdo de venta con el Banco Hipotecario.
Mientras tanto, el contrapacto sigue sumando aliados. Ayer, la cúpula directiva de la compañía de seguros Unipol acudió al Banco de Italia para estudiar la hipótesis de una intervención junto al contrapacto, según señaló la agencia EFE.
Esa hipótesis implica también al banco Monte dei Paschi di Siena (que tiene el 4,4% de la BNL) y a la Banca Popolare di Vicenza (2,9%), y reserva a Unipol la eventual compra del 8,7% que hoy está en manos de la aseguradora Generalli.
El objetivo final de la operación que se atribuye a Caltagirone y sus aliados, sería controlar el 51% del capital de la BNL.
A todo esto, el ministro italiano de Trabajo, Roberto Maroni, se sumó a las críticas afirmando que tanto la OPA del BBVA como el intento de la holandesa ABN Amro de aumentar su presencia en Antonveneta son “un verdadero intento de agresión al sistema crediticio italiano .










