La amenaza de que una crisis en el sistema jubilatorio provoque un agujero en las finanzas públicas de Europa en los próximos 40 años parece estar cediendo en algunos países, pero el rápido envejecimiento de la población podría reducir abruptamente el crecimiento económico, según investigaciones presentadas a ministros de Finanzas de la Unión Europea.

Joaquín Almunia, comisario europeo de Asuntos Monetarios, señaló que las reformas en el sistema de pensiones en algunos estados miembros redujeron los riesgos económicos que creaba el envejecimiento de la población, pero que esas medidas son sólo parches.

Según él, los cambios demográficos en Europa disminuirán el potencial crecimiento de 2,2% actual a 1,3% entre 2031 y 2050.

Almunia sostiene que el impacto presupuestario del envejecimiento comenzará a ser evidente en la mayoría de los estados miembro en 2010, y los incrementos más grandes probablemente perjudiquen las finanzas públicas entre 2020 y 2040.

Pero este informe sobre la investigación muestra un panorama menos pesimista que el presentado recientemente por el holandés Frits Bolkestein, ex comisario de la UE, que asegura que las presiones que genera el envejecimiento de la población creará en diez años un serio problema para las finanzas públicas y para el euro.

“Desde mi punto de vista, deberían cuestionarse las probabilidades a largo plazo de que sobreviva el euro , señaló Bolkestein.

Según el estudio de Almunia, las reformas al régimen jubilatorio en algunos países europeos durante los últimos años han aliviado el problema, y que es probable que las finanzas de Austria, Italia y Suecia sean las menos afectadas.

Otros países, como Irlanda, España, Luxemburgo y Portugal enfrentan incrementos en el gasto de pensiones de entre 6 y 10 puntos porcentuales. Muchos estados miembro nuevos, con la notable excepción de Polonia, también experimentarán aumentos relativamente grandes en sus obligaciones jubilatorias.

Si bien Almunia niega las predicciones más pesimistas de Bolkestein, pide a los ministros de Finanzas que aceleren sus esfuerzos de reforma. Un incremento de 3 puntos porcentuales en el gasto de pensiones hace la diferencia entre un presupuesto equilibrado y el incumplimiento del tope máximo para el déficit anual de la UE, fijado en 3% de PIB.