Para aquellos interesados en dar los primeros pasos y formar una colección de arte con buena proyección y potencial de apreciación en el tiempo, los especialistas mencionan al grabado y al dibujo como las disciplinas artísticas que reúnen un combo irresistible: altísimo nivel de ejecución artística y precios accesibles (si se toma como referencia el valor al que llegan estos trabajos en el mercado internacional). Tal como sucede en las finanzas, el ‘arbitraje‘ podría ocurrir de un momento a otro. “Creemos que en algún momento los precios locales tenderán a reflejar los internacionales , señaló Julio Abal, jefe de Arte del Banco Ciudad.

Si bien una obra puede superar largamente los $ 25.000, con menos de la mitad puede adquirirse un trabajo de artistas de renombre en estas dos disciplinas que habiliten el comienzo de una colección. Ahora bien, como sucede en otros órdenes, las tendencias actuales de compradores ya dejan adivinar dónde están las preferencias del público. En esta línea, una de las artistas que marcha a la cabeza de los favores del mercado es la Premio Nacional, Zulema Petruschansky, quien se especializó en grabado en el taller del maestro Alfredo De Vincenzo, en la Escuela Ernesto de la Cárcova y en el Taller de la Gráfica, de La Habana, en Cuba. La obra de Petruschansky (foto) es un clásico de los coleccionistas y es parte de las más relevantes colecciones locales e internacionales, tanto de particulares como de las “permanentes de los museos. Precisamente esta artista, que expondrá a partir del próximo 1 de junio en la Galería Atica, de Buenos Aires, convoca y despliega técnicas mixtas que ha merecido el elogio de la crítica y la atención compradora del público. Según especialistas, la obra de Petruschansky ha granjeado el beneplácito de los que buscan incorporar arquitecturas, geometrías, líneas gestuales, y el collage, todo guiado por una mano maestra del grabado.

Otro de los artistas más mencionados es el Premio Nacional Jorge Meijide, quien con sus dibujos también ha merecido un lugar destacado en la plaza artística y la mirada atenta de los coleccionistas de arte de todo el mundo. Este artista ha colocado al dibujo –como disciplina– y, en particular a su obra, en un lugar de preeminencia para aquellos que desean invertir en arte y buscan potencial de valorización. Con una mirada de gran contenido social donde no falta el humor ni la ironía, para los especialistas Meijide se ha transformado en un clásico imperecedero.