

Los corales y moluscos enfrentan una potencial amenaza proveniente de los elevados niveles de dióxido de carbono que están absorbiendo los océanos.
Las nuevas mediciones indican que casi la mitad de las emanaciones de dióxido de carbono que produjo el hombre en los últimos dos siglos ha ingresado a los océanos.
Si las emanaciones se mantienen en el mismo nivel hasta fines de este siglo, la química de los océanos podría sufrir la mayor modificación en más de 20 millones de años, según un informe de la revista Science.
Con estos cambios en la química de los océanos, para los corales y moluscos es más difícil fabricar sus conchas de carbonato de calcio. Cuanto más dióxido de carbono absorbe el agua, ésta se vuelve más ácida, inhibiendo la calcificación.










